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El blanqueamiento cultural de la ofrenda del Día de Muertos: ¿Nueva tradición o moda pasajera?

En redes sociales se viralizó una tendencia que reemplaza los colores vibrantes de los altares tradicionales por versiones en blanco, beige o crema

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. Foto: (Inteligencia Artificial Grok)

La tendencia de los llamados altares “blanqueados” o “aesthetic” se ha vuelto viral en TikTok, Instagram y Pinterest desde finales de 2024 y ha alcanzado su punto más alto en vísperas del Día de Muertos 2025.

Bajo el lema del clean look, las ofrendas se transforman en versiones sobrias y armoniosas, con velas blancas, flores secas en tonos beige, papel picado en tonos neutros y pocos elementos decorativos.

Estos altares, inspirados en el minimalismo escandinavo y las modas globales, se presentan como “reinterpretaciones elegantes” que buscan combinar con los interiores modernos de los hogares. Figuras como la creadora de contenido Yuya impulsaron esta estética en 2024, cuando publicó una ofrenda en tonos beige que fue replicada miles de veces en redes.

Sin embargo, detrás del éxito visual hay un debate cultural intenso. Para muchos, el problema no es la innovación, sino la pérdida del simbolismo.

¿Blanqueamiento cultural y pérdida de identidad?

Internautas inconformes denominan este fenómeno como un caso de “blanqueamiento cultural”, ya que consideran que no sólo se eliminan los colores, sino también los significados. El naranja del cempasúchil, que guía a las almas, el papel picado multicolor, que celebra la dualidad vida-muerte, y los alimentos como el pan de muerto o el mole, que nutren espiritualmente a los difuntos, se reducen a simples adornos “fotogénicos”.

En ese sentido, el analista de moda Manu Styling calificó esta tendencia como un “blanqueamiento literal y simbólico que banaliza la cultura mexicana”. En X, publicaciones recientes lo describen como una forma de “gentrificación cultural” que adapta los símbolos populares a un gusto elitista y globalizado.

Frente a las críticas, algunos usuarios defienden que las tradiciones pueden evolucionar y adaptarse a los tiempos modernos. No obstante, la mayoría de las voces en el debate coinciden en que el maximalismo mexicano de color, aroma y textura es una forma de resistencia cultural frente a la homogeneización estética global.

No todo altar blanco es moda: la diferencia regional

Por otro lado, otras voces aclaran que no todas las ofrendas blancas pertenecen a esta corriente estética. En Huaquechula, Puebla, los altares monumentales de color blanco son una tradición centenaria: alcanzan hasta cinco metros de altura y simbolizan la pureza espiritual, combinando elementos indígenas y católicos como cruces, velas y flores de cera. En Yucatán, los altares del Hanal Pixán también usan tonos claros, pero con un profundo sentido ritual, no decorativo.

El altar de muertos nació como un sincretismo entre ceremonias prehispánicas dedicadas al Mictlán y el Día de todos los Santos católico. Cada nivel, cada flor, cada vela tiene un propósito espiritual. Por eso, su “blanqueamiento” genera indignación, porque al limpiar su apariencia, se borra la historia de un pueblo que celebra la vida a través de la muerte.

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