Por décadas, la ropa interior femenina de Ilusión ha formado parte del clóset de las mexicanas. Hoy, al celebrar 75 años de historia, la firma aprovecha la ocasión no sólo para mirar atrás, sino para proyectarse hacia el futuro con una imagen renovada, una nueva campaña y una invitación abierta a las nuevas generaciones: redescubrir lo hecho en México.
En un evento multitudinario en la Arena Ciudad de México, ante más de 10 mil asistentes —entre colaboradoras, clientas, proveedoras y su red de vendedoras independientes—, la marca presentó oficialmente su nueva etapa bajo el lema “Que nada te quite la ilusión”, una frase que, más allá de ser su nombre, se convierte en un manifiesto sobre el valor de creer, crear y evolucionar.

“Cuando tienes ilusión, puedes con todo, desde los pequeños deseos cotidianos hasta aquellos que transforman el mundo”, expresó Bernardo Ayala, director de Marketing de Ilusión, al presentar la campaña.
La nueva identidad de la marca llega con un estilo fotográfico más auténtico, una paleta de color vibrante y un rediseño de su logotipo, pensado para conectar con una mujer contemporánea que busca verse bien, sentirse cómoda y reconocerse en los detalles. El cambio no implica olvidar el pasado, sino actualizarlo con orgullo.

Desde su fundación, ha crecido junto con las mujeres latinas, escuchando sus necesidades y adaptándose a sus etapas de vida. Su director general, Renato Abramovich, lo explica así: “Somos una de las pocas empresas mexicanas que controla todo el proceso, desde el hilado hasta la confección. Eso nos permite garantizar una calidad impresionante. Tenemos una obsesión por hacer las cosas bien”.

Esa integración vertical se traduce en siete plantas productivas con capacidad para fabricar 55 millones de prendas al año, más de 7 mil empleos directos y una red de 100 mil mujeres que comercializan los productos Ilusión por catálogo, un modelo que sigue vigente y representa cerca del 70% de su negocio.
Orgullo y calidad local ante un mercado global
En tiempos en que marcas extranjeras de lencería dominan la conversación digital y los aparadores, Ilusión apuesta por reafirmar su liderazgo en casa. “No hace falta mirar hacia otro lado”, podría resumir el espíritu de esta nueva etapa: una invitación a las consumidoras jóvenes a valorar lo que se diseña y produce en México con altos estándares de calidad.
“Estamos muy orgullosos de ser una marca mexicana, de mostrar al mundo lo que aquí sabemos hacer bien: productos de alta calidad, pensados para la mujer latina”, comentó Ayala, destacando que esta renovación coincide con un momento clave para la economía del país, donde las marcas nacionales tienen la oportunidad de brillar.

La marca no se conforma con mantener su legado. Ilusión prepara el fortalecimiento de líneas como Active, enfocada en ropa deportiva, y el lanzamiento de su propia colección de fragancias, desarrollada en colaboración con casas perfumistas francesas. Ambas categorías reflejan el deseo de acompañar a la mujer en todos los aspectos de su vida: desde el bienestar físico hasta el autocuidado.
“Conocemos la silueta, la piel y las preferencias de la mujer latinoamericana desde hace 75 años. Ese conocimiento queremos trasladarlo a nuevas categorías, sin perder la esencia de lo que somos”, aseguró Abramovich.
Un mensaje con fuerza emocional
“Que nada te quite la ilusión” no sólo es una campaña publicitaria: es una declaración de identidad. En una industria cada vez más globalizada, Ilusión reivindica el valor de lo local y el orgullo de vestir lencería que entiende a las mujeres de esta región.
“Nunca antes habíamos usado la palabra ilusión en una campaña. Hoy lo hacemos con toda la intención: queremos reconectar con nuestra esencia y con las mujeres que, generación tras generación, nos han elegido”.
— Bernardo Ayala, director de marketing de Ilusión
Con 75 años de trayectoria, Ilusión demuestra que la moda íntima mexicana no sólo tiene historia, sino también futuro. Una marca que sigue creando desde el corazón, recordándonos que, al final, la verdadera elegancia comienza con la ilusión de sentirse bien en la propia piel.

