El Buen Fin no solo es una oportunidad para renovar gadgets o adelantar los regalos navideños: también es el momento ideal para consentirse con una buena comida. Varios restaurantes de la ciudad ofrecerán promociones y descuentos especiales, así que vale la pena aprovechar estos días para descubrir nuevos sabores, reconectar con la gastronomía mexicana o simplemente disfrutar una experiencia que deje buen sabor de boca.
Ya sea que busques una cocina que cuente historias, un rincón acogedor con alma de barrio o un festín de fuego y brasas, estos lugares prometen conquistar hasta al paladar más exigente.
Un viaje a las raíces del sabor
Mux Restaurant se alza como una opción extraordinaria para quienes buscan algo más que “comida mexicana”: aquí se sirven platillos que respetan la tradición de las comunidades alejadas de centros urbanos de donde se traen.

La chef Diana López lleva años recorriendo comunidades de la Mixteca poblana, la sierra de Guerrero y los Valles Centrales de Oaxaca, aprendiendo directamente de las cocineras tradicionales que le comparten sus secretos. Cada platillo, desde las chalupas poblanas hasta el chilatole de Cuyoaco, está impregnado de respeto, historia y fuego lento.
La experiencia se siente íntima, casi espiritual. Las sales naturales de Zapotitlán, los quelites y las hierbas como la pipicha o el pápalo se vuelven protagonistas de una narrativa donde los ingredientes tienen memoria. Los sabores no buscan agradar, sino despertar curiosidad: son honestos, potentes y profundamente mexicanos.
Para cerrar, el postre Pulcoso —hecho con pan, crema y helado de nopal al pulque— resume la esencia del lugar: un homenaje a la fermentación, al desierto y a la memoria líquida de los pueblos. Mux no solo alimenta, sino que enseña a mirar y saborear México desde otro lugar.
Jalapa 189, Roma Norte
IG: @mux_mexico
Comida de mestizaje cultural
Calli Vino & Cocina apuesta por una cocina mexicana de raíz al mismo tiempo que ofrece experiencias que invitan a ir más allá del plato. Bajo la batuta del chef Alfredo Chávez, el restaurante trabaja con ingredientes artesanales —como maíz criollo nixtamalizado, lácteos de temporada y pan de masa madre— y celebra el mestizaje cultural que ha moldeado la gastronomía del país.

La propuesta se siente auténtica pero accesible: por un lado, hay tacos, sopes o carne asada madurada que recuerdan la cantina de barrio; por otro, hay espacios para aprender, como talleres de cocina o mixología, que convierten la visita en una experiencia tanto sensorial como educativa.
El ambiente es relajado, amable, con atención destacada y un menú que demuestra cuidado por la calidad del producto y la propuesta. Si estás pensando en darte un gusto, este lugar cumple: puedes comenzar con una tostada de atún o un aguachile fino, seguir con un corte madurado o carne en caldo que se siente casera pero con técnica, y acompañar con mezcales artesanales o un vino boutique cuidadosamente seleccionado. Un cierre dulce o un cóctel bien hecho completan la velada perfecta para comer, conversar y disfrutar sin prisas.
Lamartine 248, Polanco V Secc
IG: @calligastronomia
El fuego como protagonista
La nueva sucursal de Fiamma, en Reforma, celebra la cocina italiana desde su elemento más puro: el fuego. Todo pasa por las brasas o el horno de leña, desde la emblemática Bistecca Fiorentina hasta sus pizzas de masa fermentada naturalmente. El resultado son sabores que reconfortan, con ese aroma ahumado que se queda en la memoria.

Las pastas frescas —hechas a mano cada día— son el alma del menú, mientras que creaciones como el risotto de zanahoria o el pescado mediterráneo al fuego muestran una mirada contemporánea sin perder autenticidad. La experiencia se completa con un ambiente elegante pero relajado, ideal para brindar con vino italiano y buena compañía.
En Fiamma, cada comida se siente como una celebración: un recordatorio de que compartir la mesa sigue siendo una de las formas más sinceras de disfrutar la vida.
Av. Paseo de la Reforma 390, Juárez
IG: @fiamma.rest
Energía y sabor japonés en la Roma
Después de una jornada de compras, Sōōp Noodle Bar es ese pequeño refugio perfecto para recargar energía. Su propuesta combina lo mejor de la cocina japonesa tradicional con un toque contemporáneo: desde el Edamame Pesto con habanero y soya hasta el Chicken Karaage, crujiente por fuera y jugoso por dentro, cada plato está pensado para sorprender.

Los bowls son protagonistas: el Tori Katsu Don con omelette y salsa shoyu, o el Kimchi Fried Rice, coronado con kimchi fresco, son perfectos para quienes buscan algo reconfortante y lleno de sabor. Además, el espacio es pequeño, acogedor y pet friendly, ideal para comer sin prisas, entre pláticas y buena música.
Sōōp logra lo que pocos: convertir un plato de fideos en una experiencia emocional. Cada sorbo de caldo o bocado de gyoza recuerda que la sencillez, bien hecha, también puede ser extraordinaria.
Orizaba 96, Roma Norte
IG: @soopnoodlebar
El arte del churrasco
Para los amantes de la carne, Sal e Brasa es un destino obligado. La sucursal en Insurgentes ofrece un festín brasileño con más de 20 cortes premium —picaña, rib eye, cowboy, sirloin— servidos directamente en espadas al estilo tradicional. Cada pieza se cocina al punto exacto, manteniendo el equilibrio entre jugosidad y sabor ahumado.

La barra de ensaladas, sushi, pastas y embutidos funciona como un preámbulo a la abundancia que sigue. El servicio es atento, los meseros rotan con cortes recién salidos de la parrilla, y cada visita se convierte en una experiencia festiva, ideal para celebrar en grupo o en familia.
La atmósfera combina sofisticación y calidez, perfecta para largas comidas donde la conversación fluye tanto como el vino.
Av. Insurgentes Centro 744, Col. Del Valle
IG: @salebrasa_oficial




