La escena musical independiente sigue sorprendiendo al público mes con mes gracias a propuestas de agrupaciones mexicanas como Oregon Black. Con su estilo vanguardista y romántico, la banda lanzó el videoclip de su sencillo Vibramos.
En esta nueva pieza audiovisual, el trío explora una faceta más íntima tanto en su ritmo como en la letra, sin abandonar su identidad sonora que transita entre el rock y el funk. El resultado es un tema que envuelve desde la melancolía.
A la par, el videoclip actúa como una extensión narrativa del proyecto musical, al contar una historia de resiliencia, entrega y nostalgia en el universo de la lucha libre mexicana, una de las expresiones más vibrantes de la cultura popular.
La producción comienza con las luces en descenso, un ambiente cargado de tensión; de pronto, ¡boom!: el ring estalla y con ello inicia la experiencia emocional que propone la banda.
El video ya está disponible en las redes sociales del grupo y el sencillo puede escucharse en las plataformas de streaming.
Una premier de altura
La escena inicial del videoclip se recreó durante la premier de lanzamiento, donde los asistentes vivieron una experiencia que fusionó música y lucha libre.
Los seguidores de Oregon Black disfrutaron de una velada en la que la fiesta, el sonido y la estética del cuadrilátero se unieron para ofrecer un espectáculo que solo la banda podía brindar.
El pasado 15 de noviembre, el corazón del Centro Histórico se transformó en una arena eléctrica: luces neón, guantes, estrellas y un público dispuesto a vibrar con cada instante.
En ese ambiente cargado de energía, el grupo integrado por Alejandro Orozco, Arturo Chávez y Pablo Brito presentó Vibramos, su propuesta audiovisual más ambiciosa hasta la fecha, con la que celebran más de 2 millones de reproducciones en plataformas digitales.

El videoclip es protagonizado por David Montalvo (Tengo que Morir Todas las Noches) y Gerardo Trejo Luna (El Norte Sobre el Vacío), bajo la dirección de Cabo Mauries.
Esta colaboración permitió construir una historia emotiva con un lenguaje cinematográfico que reafirma la esencia de Oregon Black: guitarras y sintetizadores que rugen, relatos que encienden emociones y beats que impactan directo al corazón.
La noche también dio espacio para convivir con los integrantes, artistas, actores, músicos y el equipo creativo detrás del proyecto, creando un puente auténtico entre la pantalla y la comunidad que los acompaña.

