En la Cámara de Comercio de España en México se presentó la nueva conexión directa entre la Ciudad de México y Barcelona: seis frecuencias semanales que devolverán el pulso directo entre dos ciudades con historia compartida, flujos comerciales crecientes y un necesario impulso cultural.

Barcelona no es sólo un destino turístico; es un epicentro cultural que ahora vuelve a tender lazos más directos con México. Josep Santacreu, presidente de la Cámara de Comercio de Barcelona, recordó números y relatos: más de 60 conexiones internacionales desde el aeropuerto barcelonés, exportaciones catalanas —entre ellas farmacéutica, química, moda y manufactura— que alcanzaron cifras récord y la presencia consolidada de filiales mexicanas en Cataluña.

Pero más allá de las estadísticas, Santacreu subrayó la dimensión humana del vínculo: “Estamos hablando de una relación muy estrecha, histórica, cultural”, dijo, y dejó claro que el vuelo es también una pieza estratégica para ampliar intercambios comerciales y acercar comunidades —los 80 mil mexicanos en España y el flujo de 356 mil turistas mexicanos a España al año son buena prueba de ello.
El alcalde Jaume Collboni hizo hincapié en la diplomacia cultural reciente de Barcelona en México —la ciudad fue invitada de honor en la AFIP de Guadalajara— y en cómo la movilidad aérea materializa puentes que hoy toman la forma de aviones y horarios que posibilitan que editores, traductores, empresarios y creadores crucen el Atlántico con mayor facilidad.

Para Collboni, la ruta es una recuperación y una apuesta: recuperar conexiones previas a la pandemia y ampliar la capacidad de Barcelona como sede de ferias, congresos y actividad económica de alto valor.
¿Por qué importa la conectividad aérea?
No se trata sólo de sumar asientos: la conexión directa transforma agendas. Giancarlo Mulinelli, vicepresidente de Ventas Globales de Aeroméxico, explicó que la ruta fue diseñada pensando en la conectividad interior de México: salidas desde Ciudad de México que permiten enlazar con más de 46 destinos dentro de la república y con el banco de conexiones hacia Centroamérica.

Mulinelli agradeció el apoyo institucional y explicó la operativa: seis vuelos por semana desde el 26 de marzo, más de 3 mil asientos semanales y horarios pensados para conectar con todo el país. Anticipó además futuros anuncios de rutas —Monterrey, París— y proyectó un crecimiento de capacidad hacia Europa del 11%.
Más allá del simbolismo, los beneficios son tangibles: facilitar la llegada de inversores y de empresarios que hoy necesitan horarios punto a punto; acortar los tiempos para exportaciones y para el transporte de mercancías con valor; aumentar la llegada de visitantes de negocio que alimentan ferias y congresos; y, en el terreno cultural, permitir que proyectos editoriales, exposiciones o residencias artísticas se concreten sin barreras logísticas.
El presidente de la Generalitat, Salvador Illa, añadió que la reactivación de la ruta es una forma de “conectar personas y conectar continentes”, y sostuvo que la iniciativa reforzará lazos económicos y personales, simplificando los viajes de quienes tienen vínculos familiares o profesionales con ambas orillas.

