Aunque diciembre suele asociarse con celebraciones, unión familiar y convivencia, para muchas personas este periodo puede convertirse en uno de los más difíciles del año. La ausencia de un ser querido durante las fiestas puede reactivar memorias dolorosas y hacer evidente el proceso de duelo.
La Dulce Sánchez Salazar, académica de la Escuela de Psicología de CETYS Universidad Campus Tijuana, explicó que el duelo suele intensificarse debido a la combinación de factores emocionales, sociales y culturales que rodean esta temporada.
“La música, las luces, los platillos, los lugares que visitamos y hasta los olores característicos activan la memoria emocional. Esto hace que la ausencia sea más evidente y que el dolor parezca comenzar de nuevo”, señala.
Por su parte, la Ivon Aidé Guerrero Ceballos, Directora de los Programas de Psicología en CETYS Universidad Campus Mexicali, subrayó que estas emociones no siempre representan depresión clínica, sino una nostalgia natural que surge cuando regresan los rituales decembrinos, las cenas familiares o las dinámicas que solían compartirse con esa persona ausente.

La carga emocional de diciembre
Las especialistas coinciden en que las características propias de esta época —reuniones, preparación de alimentos, intercambios y celebraciones— están construidas sobre la presencia afectiva. Por ello, cuando alguien falta, estos momentos pueden convertirse en recordatorios constantes que generan tristeza, nostalgia o vacío.
Además, factores estacionales como los días más cortos, la disminución de luz solar y más tiempo libre también influyen.
“La presión social por convivir y estar felices incrementa el malestar en quienes enfrentan duelos recientes o situaciones familiares complicadas”, explicó Guerrero.
A ello se suma una exigencia colectiva de mostrarse alegres, lo que puede generar culpa o incomodidad en quienes viven un duelo. Validar estas emociones es fundamental, puntualizó Sánchez Salazar.

¿Por qué es importante atender el duelo en estas fechas?
De acuerdo con las especialistas, expresar el duelo es esencial. Minimizarlo o ignorarlo puede generar afectaciones en la salud mental y física.
“Negarlo o presionarse para aparentar bienestar lo complica y prolonga. Acompañar con empatía ayuda a adaptarse a esta nueva realidad”, afirmó Sánchez Salazar.
Cuando la pérdida es reciente, Aidé Guerrero sugiere crear nuevos rituales: modificar la dinámica de la cena, cambiar de horario o realizar un pequeño memorial. Estas acciones pueden permitir transitar el duelo sin culpa y honrar la memoria de quien ya no está.
Según el INEGI, en 2024 se registraron más de 819,600 defunciones en México, lo que significa que miles de familias atraviesan procesos de duelo cada año. Para muchas de ellas, la temporada navideña puede reactivar el dolor e intensificar la nostalgia.

Recomendaciones durante diciembre
Especialistas de CETYS comparten sugerencias para brindar apoyo respetuoso y empático:
- Validar las emociones sin intentar cambiarlas
- Practicar escucha activa sin minimizar la experiencia
- Mantener flexibilidad en las celebraciones según lo que la persona decida
- Crear rituales sencillos de recuerdo, como encender una vela o compartir una anécdota
- Evitar exigir expresiones de felicidad
- Ofrecer ayuda concreta, como preparar alimentos o acompañar en pendientes
- Respetar la necesidad de espacio personal
- Acompañar con gestos simples: un mensaje, un café, un paseo breve
- Recordar que no existe un tiempo “correcto” para superar el duelo
- Identificar señales de alerta —desesperanza, insomnio severo, aislamiento extremo— y, de ser necesario, buscar apoyo profesional.
Las especialistas Dulce Sánchez Salazar e Ivon Aidé Guerrero Ceballos recuerdan que cada persona vive la temporada decembrina desde su propia historia emocional. Por ello, invitan a practicar empatía, sensibilidad y acompañamiento respetuoso durante estas fiestas.

