México enfrenta una crisis por intoxicación con plomo, que afecta especialmente a su población infantil. Una intoxicación con plomo es peligrosa y puede llegar a producir daños neurológicos permanentes.
Este metal se aplica en cerámica, pintura y juguetes de plástico. En la localidad de Tecomatepec la mayoría de sus 1.800 habitantes se dedican a la alfarería y sus pobladores relatan que los niños sufren de convulsiones.
El programa Barro Sin Plomo ha tenido un efecto positivo, pero una solución definitiva demanda una adecuada regulación y control del uso de sustancias químicas.