Lo que para un turista es un simple souvenir, para Costa Rica es un delito. Sacar del país recursos como conchas marinas es tráfico ilegal de vida silvestre, según la Ley de Conservación. Una vez detectadas en el aeropuerto, con una aplicación de IA se reconoce su origen y son devueltas al Caribe o al Pacífico, donde cumplen una importante función vital.