El reconocido arqueólogo e historiador Eduardo Merlo señaló que la obligación de los habitantes de Puebla es dejar una mejor ciudad que la que heredaron.
En entrevista con Publimetro, resaltó que el descuido y deterioro en el que se mantuvo el Centro Histórico durante la administración de Claudia Rivera estuvo cerca de poner en riesgo la denominación de ciudad patrimonio que dio la Unesco.
¿Cuál es el análisis de los monumentos históricos, en los últimos años?
— Desde hace muchos años, buena parte del Centro Histórico está prácticamente abandonada, la parte Norte de la ciudad, lo que son los antiguos barrios de Santa Anita, El Refugio, la zona que colindaba con el río.
Afortunadamente se han intervenido algunas de las fachadas, pero los interiores de las casas están en verdaderas ruinas y lamentablemente algunos ejemplos extraordinarios de arquitectura que son únicos y se están perdiendo porque no tienen ningún mantenimiento.
Muchísimas casas verdaderamente arruinadas, unas derrumbadas completamente y abandonadas, otras en un estado peligroso pero que han sido habilitadas como se puede por gente que tiene necesidad de vivir.
¿A quién le compete la restauración y resguardo de los inmuebles?
— De acuerdo con la Ley federal de zonas y monumentos, es la ley básica de defensa del patrimonio en este país, le toca al gobierno federal a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INHA) y el Instituto de Bellas Artes y Literatura (INBA), al primero le toca desde las épocas más remotas hasta los años 1900, a partir de 1901 al Instituto.
Pero, de acuerdo con esta ley, no solo son las autoridades federales, sino en términos de su competencia las estatales y municipales el vigilar, cuidar y en su caso restaurar ese patrimonio cuando está en peligro, pero también hay algo importante, en términos de responsabilidad a quien le toca primero es a los propietarios cuando estas son particulares.
Lamentablemente estos tampoco ponen interés, al menor descuido de las autoridades demuelen la casa en la noche, en los días de vacaciones o de fiestas, y hacen estacionamientos, si hacemos un recorrido, casi todos se hicieron en antiguas casas virreinales que se demolieron, a veces dejan la fachada, si bien nos va, sino también se las llevan.
En 1987 había dos mil 619 edificios históricos
¿Qué factores pondrían en riesgo la denominación de Ciudad patrimonio que dio la Unesco?
— Que el deterioro fuera avanzado, que fuera determinante, que la mayor parte del casco histórico estuviera dañada, nosotros siempre hemos conservado la parte Centro-Sur que está en buenas condiciones y por eso se ha salvado, el riesgo es que esta parte se deteriora, justamente en la administración pasada sí se corría el riesgo porque no había medidas que fueran evidentes de la salvaguarda de ese patrimonio.
En el caso de esta señora (Claudia Rivera) y su gestión, era retórica política, es decir, taparle el ojo al macho, porque yo creo que es la peor época en la historia de Puebla en cuanto a la intervención de un gobierno municipal. El riesgo de perder la denominación es justamente que se afectara una buena parte de ese patrimonio, cuando se declaró patrimonio cultural de la humanidad, en 1987, había dos mil 619 edificios de la época antigua, desde el siglo XIX, atrás del XVI, era la ciudad más rica del continente.
¿No se ha hecho un nuevo censo para saber cuántos quedan?
— Ahora se ha limpiado buena parte del Centro del ambulantaje, se han arreglado las calles que no se podían reparar o repavimentar por los vendedores, da gusto ver cómo la ciudad está recuperando en mucho su belleza, su armonía y las características que le dieron el título.
La obligación de las autoridades municipales es poner funcionarios que conozcan el tema para el que fueron puestos, no pongo a mi compadrito o a mi amiga, se puso en el puesto a alguien que no tuvo los conocimientos, la capacidad profesional y eso se nota en el descuido espantoso, la ciudad estaba invadida, en más de la mitad de su trazo histórica, y en un deterioro sumamente grave.
¿Cuántos de los monumentos históricos están en graves condiciones?
— No se ha hecho, tendría que hacerse un censo para saber cuántos de esos dos mil 619 edificios históricos están deteriorados, sería de importancia fundamental que se hiciera, no lo puede hacer uno solo, sino un equipo de especialistas para saber de qué tamaño es la enfermedad.
¿Qué hace falta para incentivar el cuidado del patrimonio y visitarlo?
— Durante la pandemia estuvieron cerrados, pero ahora que están abiertos se tiene la información, los edificios públicos están abiertos a la visita, algunos con abusos, por ejemplo, la Capilla del Rosario, en donde se está cobrando la entrada, ese sí es una abuso, pero fuera de eso, sí se tienen los elementos para motivar a la visita, no solo de turistas, sino de los propios, hay muchas campañas, conferencias, que permiten a los ciudadanos conocer su patrimonio.
¿Qué opina del rescate de la zona de San Francisco?
— Es un excelente ejemplo de actividad armónica entre municipio y gobierno del estado, estaba semirrescatada, como el Centro de Convenciones, pero faltaba mucho más para recobrar esa vida cultural, es un gran acierto que se esté protegiendo y arreglando.
Estoy en contacto con las autoridades para este tipo de proyectos, he participado con la UNAM en el proyecto de desarrollo del Centro Histórico, estoy activo en ese sentido.