A 10 años de la muerte de Araceli Vázquez Barranco, víctima de feminicidio, la madre Amanda Barranco pide justicia y un “castigo ejemplar” para su hija quien fue asesinada en en 2013, en el municipio de Acajete; temen que Javier Mauricio Díaz, responsable del crimen, sea liberado.
En rueda de prensa, dijo que se enteró de la detención del culpable luego de que el 29 de julio, la fiscal Especializada en Investigación de Delitos de Violencia de Género contra las Mujeres, Margarita Garcidueñas Cuellar, informó que la orden de aprehensión en contra Javier N, obtenida en diciembre de 2013, se ejecutó.
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“Son 10 años de angustia, de resentimiento, de pensar que nunca iban a agarrar a Javier Mauricio Día, le doy gracias a dios que cae, pero yo me entero por otros medios y no por la Fiscalía (…) fui a pedir información, pero no me la dieron, me salgo y me fui a Tepeaca, ahí si me atendieron bien”, expresó.
Las mujeres que realizan el acompañamiento al caso de “Cheli”, resaltaron que el responsable de privar de la vida a la joven fue detenido hasta 10 años después de haber cometido el feminicidio, pero cuenta con defensa legal privada, por lo que temen sea puesto en libertad y el caso quede impune.
Los familiares de la víctima también temen por su integridad, por lo que exigieron a las autoridades ministeriales investigar a la familia del responsable, pues señalaron, habrían ayudado a Javier N., a encubrirlo y no permitir que se hiciera justicia, y los hacen responsables de cualquier acto en su contra.
Quienes ahora acompañan a la madre Amanda Barranco apuntaron que su responsabilidad es recordarle a la sociedad poblana del “castigo ejemplar” que deben recibir los feminicidas, “ara que a nadie se le olvide que, si tocan a una, respondemos todas”.
¿Quién era Araceli Vázquez?
De acuerdo con el relato, era la única en su familia que logró estudiar la universidad, estaba a punto de ser la primera de su generación en graduarse de Ingeniería Textil en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), y recién había comenzado a trabajar en una fábrica en la ciudad de Puebla.
Previo al crimen, Cheli ya había terminado su relación con Javier e incluso él ya tenía una nueva pareja, pero seguía acosándola “al no soportar la idea de perder el control que había logrado tener sobre ella a base de mentiras y chantajes”.
La mañana del feminicidio, varios vecinos lo vieron parado afuera de casa de Araceli Vázquez, donde pudo entrar sin problemas porque conocía muy bien la dinámica familiar.
A pesar de que la señora Amada Barranco, mamá de Cheli, lo vio salir de su casa y dio aviso inmediato a la policía municipal, llegaron tarde y el sujeto huyó.
