Un estudio realizado por el Instituto para la Gestión, Administración y Vinculación Municipal (Igavim) revela la falta de transparencia en la recaudación por multas del programa alcoholímetro en los 10 municipios más poblados de Puebla, incluyendo la capital del estado.
Los datos recopilados de los años 2022 y 2023 a través de solicitudes públicas de información arrojaron inconsistencias y falta de detalle en los informes proporcionados por las autoridades municipales.
Puebla capital registró el mayor número de infracciones, con 234 en 2022, generando un millón 465 mil 854 pesos. Mientras que solo el segundo semestre de 2023 aplicaron 407 multas, dos millones 836 mil 648 pesos, es decir, promedio de seis mil 969 pesos.
En el municipio de Amozoc, durante mayo y junio de 2023, se levantaron 116 infracciones por un total de 186 mil 526 pesos, con un promedio de mil 607 pesos por multa. Sin embargo, el segundo semestre del mismo año no se ejecutaron operativos, atribuyendo la cancelación a la proximidad de caminos.
Atlixco reportó 90 infracciones en 2022, con un monto recaudado de un millón 840 mil 55.50 pesos, pero no proporcionó detalles sobre las infracciones del primer semestre de 2023.
Cuautlancingo detalló 25 multas en 2022 sin detallar el monto y 41 en 2023 por más de 529 mil 416 pesos, con marzo como el mes de mayor incidencia.
En contraste, el municipio de Huauchinango confirmó la ausencia del programa alcoholímetro desde 2022.
San Andrés Cholula, San Martín Texmelucan, San Pedro Cholula, Tehuacán y Teziutlán también presentaron cifras, pero con falta de transparencia en la recaudación o limitaciones en la sistematización de los datos.
Teziutlán es el ayuntamiento con mayor deficiencia sobre la trazabilidad de infracciones ya que no cuenta con sistematización de infracciones, ni tampoco presenta alternativas digitales para el seguimiento y conocimiento de la ciudadanía.
En ninguno de los 10 municipios se identificó en sus plataformas de transparencia, si el monto recaudado se utilizó para el desarrollo de algún programa, infraestructura o equipamiento preventivo vial, ni tampoco, el alcance de efectividad que ha tenido el Programa Alcoholímetro en relación a la prevención y reducción de accidentes de tránsito.