Huauchinango es el único municipio de Puebla que lleva 19 años sin actualizar su Atlas de Riesgos, mientras que San Martín Texmelucan es el único que realizó cambios en este documento el año pasado, según datos del Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred).
De acuerdo a la información recopilada por el Observatorio Ciudadano Igavim, de los 217 municipios de la entidad, solo 38 han reportado contar con un Atlas de Riesgos, es decir, apenas el 17%.
Huauchinango es el municipio con la actualización más antigua, ya que no ha hecho cambios desde 2005. Este municipio fue gravemente afectado por el huracán ‘Grace’ en 2021, que dejó varias viviendas y caminos dañados.
Otros municipios con Atlas de Riesgos desactualizados desde 2011 son Ajalpan, Cañada Morelos, Chalchicomula de Sesma, Esperanza, Coyucan, Santiago Miahuatlán, Tecamachalco y Tochimilco.
En 2012, municipios como Aquixtla, Huehuetla, Quimixtlán, San Miguel Xoxtla, Tehuacán, Tetela de Ocampo y Zacatlán realizaron su última actualización.
San Martín Texmelucan destaca por ser el único municipio que actualizó su Atlas de Riesgos en 2023, seguido por San Andrés Cholula, que lo hizo en 2022.
Puebla hizo su última actualización en 2021
El Atlas de Riesgos del municipio de Puebla se publicó en 2012 y se actualizó en 2021. Sin embargo, este año, la Dirección de Protección Civil Municipal de Puebla ha identificado cinco colonias en la capital con mayor riesgo de inundaciones debido a ciclones, tormentas tropicales o huracanes.
Municipios como Atlixco y Tianguismanalco actualizaron su Atlas de Riesgos por última vez en 2016, mientras que San Pedro Cholula, Tezitulán y Huejotzingo, entre otros, lo hicieron en 2015.
Cada año debe actualizarse protocolo
La Ley del Sistema Estatal de Protección Civil de Puebla establece que el Atlas de Riesgos Estatal y los municipales deben actualizarse anualmente.
Sin embargo, el Observatorio Ciudadano Igavim señala que existen limitaciones y deficiencias en las entidades federativas y municipios para dar continuidad y seguimiento a estos atlas, especialmente en los asentamientos humanos más vulnerables ante el cambio climático.
Por ello, el Observatorio urgió a diseñar, instrumentar, actualizar y dar seguimiento a estos documentos, proveyendo los indicadores de cambio climático y las necesidades indicadas en la Agenda 2030, para promover una adecuada gestión integral de riesgos en cada localidad.