La renuncia colectiva de consejeros de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), no es “tirar la toalla” sino una denuncia de que hay complacencia con las autoridades federales y estatales, de cualquier partido político, y que el consejo consultivo no pudo evitar, destacó el exconsejero y ombudsman queretano, Bernardo Romero Vázquez.
Ello al resaltar que la comisión se convirtió en una institución unipersonal y autoritaria, que no podían continuar legitimando, ya que además señaló negocia la defensa de los derechos humanos.
“Es una institución que tradicionalmente ha destacado por no defender los derechos humanos, ha sido históricamente así, está de lado del poder de los gobiernos. Quiere quedar bien con el gobierno de la república, con el gobierno federal, pero también negocia con los gobiernos estatales, como el caso de Querétaro y los muertos del estadio, el tema de la ley de aguas que la privatiza, y que son tema que no ha querido asumir por la negociación con el gobierno del estado”, lamentó.
Señaló que se advirtió en Rosario Piedra, una actitud denostativa y violenta contra los consejeros, quienes fungen como un órgano consultivo y de vigilancia de las acciones del organismo nacional, pero que fueron minimizados e ignorados a pesar de las facultades que la ley les confiere.
“Están de lado del poder y nosotros no pudimos hacer nada para evitarlo, en síntesis se nos minimizó y se consagra la comisión como una instancia unipersonal y autoritaria”, refirió al recordar que además del rechazo a las observaciones del consejo, había situaciones de gravedad el cometer errores en la emisión de recomendaciones, como se hizo con la emitida por el asesinato de 5 jóvenes en Nuevo Laredo, en la que se señaló al ejército por “uso excesivo de las armas” y no por “ejecución extrajudicial.
Agregó que, una de las últimas irregularidades fue el haberles negado el proyecto de presupuesto para 2024, cuando cuentan con la facultad de revisión y emisión de observaciones.
Advirtió que al interior se tienen problemas estructurales y de fondo como el nepotismo y la corrupción, negligencia y complicidad, y que con esta decisión se busca visibilizar y pedir que la próxima presidencia tenga respeto por los derechos humanos y con compromiso por las condiciones del país.
A nivel mundial señaló que se trata de órgano más caro, por lo que enfatizó la necesidad de revisar los procesos anacrónicos, su legislación para homologarla con la Constitución, y que no ha habido interés para revisarlo, por lo que también apeló a que desde el Senado se generen acciones al respecto y a futuro se elijan perfiles comprometidos con los derechos humanos.