Luego de que, en días pasados, el Vaticano emitió un comunicado en el que aprobó la bendición de parejas del mismo sexo y en situaciones irregulares, en Querétaro, el vocero de la diócesis, Martín Lara Becerril, aclaró que esto no implica que habrá un rito para ello o que legítima su estado.
Destacó que, a diferencia del matrimonio, que tiene rito con significado profundo, la bendición es para las personas que se sienten desamparadas y necesitadas de la ayuda de dios.
“Es una bendición general, y no legitima el estatus propio de una persona (...) esta oración ruega para que todo lo verdadero, bueno, y válido en sus vidas y relaciones personales sea investido, santificado y sea elevado por la presencia del espíritu santo”, explicó.
Agregó que, a pesar de este acercamiento de las personas con la fe, la bendición no podrá realizarse a la par o en conexión con las uniones civiles, por lo que el sacerdote no podrá utilizar vestimenta, liturgias o palabras propias del matrimonio, “para evitar confusión o escándalo”.
“La oración, como expresión del corazón materno de la iglesia, no legítima nada, sino que abre la vida a Dios para pedir su ayuda y vivir mejor y ser fiel al evangelio”, reiteró al señalar que las personas que busquen la bendición deben pedirla en su parroquia y no debe ser negada.
En otros temas, al ser cuestionado sobre los proyectos para 2024, adelantó que se tienen proyectadas 3 nuevas parroquias para el primer semestre del año, sin embargo, se está en el estudio de ello, pero podrían estar en la periferia de la ciudad, y otras en lugares cerca de Amealco.
“Sabemos que la población de Querétaro crece, y muy pronto será necesario tener nuevas parroquias, ya que hay parroquias muy grandes que son de 40 mil habitantes y queremos que el promedio sea de 20 mil para mejor atención parroquial”.
Finalmente, dijo que se cierra este 2023 con 5 nuevos sacerdotes para conformar un total de 250 sacerdotes diocesanos y 80 sacerdotes religiosos, por lo que también el próximo año se realizará la actualización del plan diocesano de pastoral, que se espera tener listo para noviembre del 2024, con acciones previstas hasta 2031.