A partir de enero, la Comisión Estatal de Aguas (CEA) comenzará con la instalación de un sistema electrónico que emplea Inteligencia Artificial para la detección de fugas en la Zona Metropolitana de Querétaro. Así lo informó el vocal ejecutivo de la dependencia, Luis Alberto Vega Ricoy, quien destacó que el sistema fue donado por el gigante tecnológico Microsoft.
De acuerdo con el funcionario, el sistema consta de 3 mil 500 sensores de sonido, los cuales serán colocados cada 100 metros a lo largo 350 kilómetros de tuberías. Indicó que el equipo tecnológico llegó a Querétaro el pasado viernes proveniente del Reino Unido, luego de que estuviera retenido en aduanas durante varias semanas.
Afirmó que en febrero comenzarán a operar los sensores, y en cuanto a su funcionamiento, explicó que la Inteligencia Artificial integrada permite detectar anomalías en las vibraciones y sonidos generados por el flujo de agua. De esta forma, el sistema interpreta las anomalías como fugas y las ubica con precisión.
“Aprenden solos, es Inteligencia Artificial de veras, van aprendiendo solos, detectan las fugas mediante el sonido y las vibraciones y las presiones del agua. Se ponen sensores cada 100 metros aproximadamente, y mediante telemetría e Inteligencia Artificial nos pueden decir cuando hay una cierta variación”, dijo.
Señaló que mensualmente la CEA atiende alrededor de mil fugas en la Zona Metropolitana, por lo cual el sistema permitirá detectarlas antes de que puedan producir incidentes mayores, como los socavones.
“El proceso de una fuga cuando la vemos en la calle puede durar un mes de que se está tirando el agua de forma subterránea y nadie se da cuenta, empieza una gotita, dos gotitas, un charquito, cualquier cosa, y ya cuando bota la calle es porque ya lleva un mes, dos meses creciendo y causa hasta un socavón, por decir algo. Con esta tecnología lo que queremos es que se detecte cuando es esa gotita para poderla intervenir a tiempo”, apuntó.
Recordó que los sensores no requirieron inversión estatal, ya que fueron donados por la empresa tecnológica Microsoft como una labor de compromiso social con la entidad por permitirle instalar su región de centros de datos en el municipio de Colón.