¿Cómo comienzas en Gigi’s Playhouse?
Mira, yo tengo ahí 10 años. Prácticamente llevando la dirección. Comienzo, yo creo que es a raíz de mi hija, tengo una hija, son Síndrome de Down de 11 años. Entonces, cuando mi hija nace, me llegó un calendario de Gigi’s Playhouse. Los contacto y los veo un poco dudosos en mi llamada, como que sí, no, sí, no, y entonces les digo: “¿existen o no existen?”, entonces me dijeron “la verdad es que no existimos, pero estamos haciendo este calendario para recaudar fondos y ahora sí que poder rentar el primer edificio”. Entonces, a raíz de eso, me invitan a la inauguración. El primer Patronato fueron diez mamás de personas con síndrome de Down y cuando se dieron cuenta de que, pues sí, este proyecto iba a tener fuerza en Querétaro y que había muchas personas con síndrome de Down, ya me conocían un poco y entonces ya me invitan a la dirección.
Entonces es ahí donde yo me vinculo con ellos por tener una hija con síndrome de Down. Y entonces ya ahí me contrataron y me mandan a Estados Unidos a Chicago, que es donde está el primer Gigi’s Playhouse, y de ahí, pues ya, pues les ayudo a lanzar este proyecto de personas con síndrome de Down, así llegué como a la dirección. Ofrecemos terapias, las personas con síndrome de Down pueden llevar una vida normal si se les dan las terapias que necesitan, y todo esto lo hacemos de forma gratuita. Entonces, parte de la chamba es bueno aparte de organizar, pues es también apoyar en la recaudación de fondos. Yo creo que cuando llegue, gastábamos al año un millón y ahorita, pues ya estamos en los seis, o sea, ya realmente como que tantos participantes y tantas terapias, pues ya llevo, pues, un recurso más grande.
Además de la inspiración de tu hija, ¿qué te motivó a seguir adelante en Gigi’s?
Yo empecé a buscar las terapias que mi hija necesitaba por fuera y ya poco a poco, pues ya cuando entré allí, pues me di cuenta de que no solo mi hija necesita esas terapias, porque de hecho hay gente que viene de municipios lejanos y se echa dos horas de camión con tal de tener sus terapias de forma gratuita, porque no hay en donde poderlas recibir.
En Querétaro lo que hay es diferentes centros de terapias que atienden a, pues, personas regulares con ciertas discapacidades diferentes, entonces lo que Gigi’s hace es reunir todo, lo cual está magnífico, no solo por lo que sea gratuito sino porque vas a recibir todas las terapias.
Yo creo que eso es muy valioso como un lugar de pertenencia, como familia y también para los chicos, ya ahorita yo que veo a los adultos que se están preparando para la inserción laboral, está muy padre que tengan un lugar con amigos iguales que ellos, donde pueden compartir los mismos intereses.
¿Consideras que fuiste una inspiración para otras mujeres a iniciar proyectos de esta naturaleza?
Pues yo creo que toda mamá con un hijo con discapacidad, si nos ponemos bien, ahora sí que la camiseta para sacar adelante a nuestros hijos, es inspirador, o sea, es decir, no, no me atribuiría solo el mérito.
Yo creo que cosas de las más fuertes que me ha tocado, son las mamás embarazadas que se acercan a veces a ti diciendo: “oye, el doctor me dijo que para qué tenía a mi hijo si se iba a morir en un año”, o “el doctor me dijo que...” cosas más graves, eh, que no me gustaría mencionar.
Entonces yo creo que al ver tu ejemplo o al ver a otros chicos en concreto, pues cuando puedo estar con mi hija y decirles, oye, una persona con síndrome de Down es persona, tiene el mismo valor, tienen los mismos derechos, ¿por qué no va a vivir? Entonces yo creo que es simplemente ver el testimonio de otras mamás en la fundación, el ver como sí se puede sacar a estos chicos adelante. Yo creo que todos somos fuentes de inspiración desde el chiquito, que hoy logró caminar, pues ya está inspirando a la mamá de al lado.
¿Cómo es el panorama en este momento para las personas con síndrome de Down? Tanto en la parte educativa, quizás como con otros niños, en la parte social, en la inserción laboral.
Hay más empresas que se abren y también ahora con el distintivo de Empresas Socialmente Responsable nos ha ayudado. Creo que hay colegios que han abierto sus puertas y es muy bueno, aunque la realidad creo que nos falta muchísimo, o sea, yo veo a las familias de la comunidad batalla muchísimo para tener a sus hijos incluidos en una escuela en preescolar más o menos lo logramos los primeros años de primaria algunos, y entonces las familias tienen que buscar otra opción, que, pues, va en contra de ejercer sus derechos, otra opción de bueno, pues que estudie con sus amiguitos y el contrato, una maestra particular, pero creo que nos falta mucho, creo que implica mucho trabajo que a pesar de que la ley dice que los colegios tienen que ser inclusivos, pues siempre como mamá te topas de que llegas a un colegio y te dicen: “ay, es que no estamos preparados”, pero vuelves al año que entra y siguen sin estar preparados.
Creo que sí, nos falta mucho, pero sí reconozco, que, pues, mucho va a ser desde el cambio de políticas públicas y yo creo que de la de la voluntad de cada uno de nosotros, porque a veces sin querer nosotros mismos, con una mirada, con un trato, excluimos a las personas con discapacidad.
¿Qué podemos hacer para mejorar la igualdad?
Yo siempre digo que el camino es querer, porque por ejemplo hablando del síndrome de Down te digo, si hay una escuela que se acerca a nosotros y nos dice mira queremos aceptar chicos con síndrome de Down, pero no tenemos idea y cómo, pues nosotros sí hemos ofrecido cursos acompañamiento, pero siempre implica un doble trabajo, o sea, yo sí estoy consciente que le estás pidiendo a la institución, a la empresa, pues, un trabajo extra.
Yo creo que es querer y luego estar informados. Yo me he encontrado gente que empieza a ver a mi hija en la plaza comercial de arriba abajo y yo a veces sí me he parado y le digo: hola, ¿quieres saber de mi hija?, o sea, como, deja de verla así, mira ven y le digo a mi hija, preséntate. Entonces dice me llamo Ana María y entonces no hay ninguna maldad, vela a los ojos y si no lo entiendo, porque algunos no hablan muy clarito, Pues vuelve a decir. Oye, no te entendí. ¿Me dijiste Carlos o Pancho?, pero yo creo que es esa voluntad de decir: tengo que darles el lugar a estas personas.
Me han enseñado mucho estos chicos, que no hay que dar nada por sentado es normal que vas a caminar, es normal que vas a hablar es o sea, y ser mucho más agradecida cada quien a quien le agradezca, yo le agradezco mucho a Dios, pero ser más agradecida de todo lo que uno hace sin discapacidad, que no podemos darle por sentado porque en cualquier momento inclusive a nosotros nos puede tocar, ¿no? Pues tener un hijo con discapacidad y nadie nos preparamos para eso, entonces yo creo que también, pues tenemos mucho, mucho, mucho que aprender y que admirar.
¿Qué opinión tienes de la marcha por el Día Internacional de la Mujer?
Mira, te voy a hacer muy sincera. Yo creo que la marcha es un, es una buena oportunidad de decirle a la gente el papel que tenemos las mujeres. Es algo valioso, pero en lo personal, yo siempre me inclino por más acciones, o sea, me gusta más como, pues sí, tengo una acción en la Fundación de dar el mismo valor a las mujeres que a los hombres, el tener las mismas oportunidades, el tratarlos con la misma dignidad porque son personas, el que tenga los mismos derechos, por ejemplo, el personal que trabaja.
No estoy en contra de la marcha. Sin embargo, yo prefiero en lo personal, pues eso es lo que estoy haciendo ahorita. Las respeto, creo que pueden tener un valor, y creo que lo más importante es decir que somos diferentes, porque a veces nos quieren hacer iguales a los hombres y a las mujeres y no somos iguales. Tenemos los mismos derechos
Si tuvieras de oportunidad de sentarte con las aspirantes presidenciales, ¿qué les pedirías?
Pues yo creo a nivel de arriba hacia abajo, primero sería incidencia de políticas públicas en algunas leyes, algunos cambios que favorezcan un trato igualitario con las personas con discapacidad y luego no solamente la ley, sino los recursos para hacer valer esa ley, porque por ejemplo, por ley está que los colegios tienen que ser inclusivos, pero si el recurso que les dan al gobierno al colegio público es limitado y no tiene para tener especialistas en personas con discapacidad, pues también ellos dicen, pues sí, pero no, no, entonces yo sí le pediría como recursos primero revisar las políticas públicas que favorezcan eso no, no solo las personas con discapacidad, pero estamos hablando de ellas.
El tema de los impuestos. ¿Cómo tenemos que pagar un impuesto por una prótesis? Yo sí le pediría como revisar varias políticas públicas de educación laboral, de apoyo con discapacidad, de derecho y luego el ver cómo bajarlo a la realidad.