Hace unos días vimos como la carrera “política " de la MAESTRA Cristina Niño de Rivera terminó abruptamente, casi tanto como empezó, no es un tema de género, ni de capacidad, es estrictamente, en mi opinión , una disociación, creer que se vive en una realidad “inventada”, o imaginaria, una realidad en la que los demás no existen o son parte de la gente " mala” o “envidiosa”, esta disociación no respeta ni edad ni género, así como el ex alcalde Marcos Aguilar hablaba de sí mismo en tercera persona y se creía invisible mientras otorgaba multimillonarias concesiones o creía que nadie se enteraría de que ya habiendo terminado su periodo de gobierno mandaba sus coches particulares a servicio con cargo al erario, cómo o olvidar al regidor de Corregidora que en evidente estado de ebriedad se metió con todo y caballo en un restaurante en San Miguel de Allende, sintiéndose o invisible o intocable, tampoco se puede olvidar a una ex diputada priísta que en pleno antro y al llegar la cuenta aventó sus tarjetas de crédito gritando que ella ganaba $400,000 al mes , o como olvidar que Iridia Salazar, todavía titular del INDEREQ, pagó $600,000 por una clase de dos horas de Bárbara del Regil, ya para concluir los ejemplos la maestra que teniendo a cargo, ni más ni menos, que la relación de gobierno del estado con los y las notarías, así como las licencias de alcohol de todo el estado, decidió darse el día, no sin antes pelusear a la ciudadanía. Está mujer que un buen día subía a su redes una foto con una indígena y al otro reprochaba a la gente como no reconocerla por joven y talentosa.
Son solos algunos ejemplos de superficialidad , de inutilidad mediática, de gente que confunde el ser con el parecer, que disocia la realidad de lo que su mente o ego les dicta, creen que casi nadie los o las ve y quien lo hace les aplaude como focas. Duro debe ser el golpe de saberse no solo mortales sino completamente desechables.
Ojalá esta lección le sirva a hombres y mujeres a entender que son servidoras públicas, no influencers, que su desempeño se mide no en “likes” sino en parámetros reales de objetivos alcanzados.
Por favor dejemos de hacer famosa a gente poco capaz, merecemos más y mejor, si hoy no se adaptan a una realidad que demanda madurez y empatía, no se sorprendan cuando los corran o “funean”.
Éxito y bendiciones