Amables lectores, concluyeron los Juegos Olímpicos en París, una justa deportiva ampliamente comentada, incluyente, fastuosa, polémica y bien organizada.
Los Estados Unidos manifestaron una vez más, que son una nación con una estructura deportiva sólida y altamente competitiva, a pesar de la delegación de China con quienes pelearon la parte alta del medallero, particularmente en las preseas doradas con 40 en ambos casos, ya que en numero de medallas los norteamericanos fueron superiores.
Japón y Australia terceros y cuartos fueron grandes oponentes en casi todas las disciplinas por encima de los europeos incluyendo a los anfitriones.
El medallero latinoamericano tiene a Brasil con 20 y 3 oros, después Cuba y su declive con 9 y 2 y a Jamaica en tercero.
México terminó 65 general y 11 en relación a Latinoamérica con 5 medallas, teniendo en Osmar Olvera a su gran exponente subiendo al podio en dos ocasiones.
La sorpresa mexicana se dio en el judo femenil con la gran Prisca Awiti, y la emoción en el box con Marco Verde.
El himno mexicano se tocó por última vez en Londres 2012 con el oro en fútbol pues en las justas en Río, Tokio y París no hubo primer lugar en ninguna representación.
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En el comienzo de los juegos, pronostiqué 3 medallas para Alejandra Valencia en Tiro con Arco, 2 para Olvera en Clavados y una para Carlos Sansores en TKD, siendo este la mayor decepción de la delegación, se le vió pasado de peso, agitado en exceso y en sus últimos combates simplemente no pudo, a pesar de estar clasificado entre los primeros tres del mundo.
Merece la pena destacar a Uziel Muñoz en Lanzamiento de Bala, Alegna González con dos quintos lugares en Marcha, las sirenas mexicanas y su séptimo lugar y Gabriela Rodríguez séptima en Tiro Deportivo.
México tuvo dos cuartos lugares, siete quintas posiciones, tres sextos y séptimos y cuatro octavos lugares, todos ellos merecedores de Diploma Olímpico.
Es momento de esperar el análisis oficial y realizar una severa revisión de lo que recibió cada deporte y su federación para preparar a los atletas.
La reflexión debe ser integral, desde la educación deportiva de nuestros niños, el compromiso de padres de familia, de entrenadores, patrocinadores, federativos y todos los involucrados en estos resultados, algunos atletas preparados en la élite y otros ocupados en hacer rifas y vender ropa para sufragar los gastos.
Usted amable lector tendrá la mejor opinión.
Nos vemos en 4 años en Los Ángeles con Tom Cruise y Snoop Dogg.
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