Amables lectores, esta por comenzar el proceso mundialista de la selección mexicana bajo el mando de Javier Aguirre.
Por tercera ocasión el experimentado técnico se hará cargo del tricolor.
Rafael Márquez lo acompañará en la responsabilidad.
Muchos nombres de posibles convocados se manejan en el comentario deportivo con respecto a quienes van a comenzar el camino rumbo a 2026.
La renovación generacional no se ve cercana, quizá por falta de calidad más que por otros motivos.
El posible regreso de veteranos como Hector Herrera, Javier Hernández, Andrés Guardado y Guillermo Ochoa son prueba de que la falta de liderazgo dentro y fuera de la cancha es evidente.
En España el guardameta mexicano del Athletic de Bilbao, Alex Padilla levanta la mano con actuaciones destacadas en la Liga y exprimiendo al máximo estos minutos que tiene de juego.
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Santi Giménez no quiso ir a la Premier, esperando que tenga goles y minutos en Feyenoord y que suceda lo mismo con Raúl en el Fulham y Quiñones y Henry en sus equipos.
Se perdió una generación que no asistió a Juegos Olímpicos, de la que se deberá rescatar algo para la construcción del tricolor mundialista.
Aguirre tiene toda la experiencia en esto, es respetado a nivel mundial, conoce de sobra el entorno, la prensa, a los dirigentes, sus intereses y mañas y sus maquiavelismos.
El Vasco no es fácil de maniobrar ni de manipular, de entrada eso le permite tener la personalidad para que la toma de decisiones sea de un solo lado en un proceso que por primera ocasión no consiste en llegar con la presión de calificar al Mundial al cuarto para la hora.
Se vienen 3 juegos en fechas FIFA, uno de ellos en Guadalajara contra los Estados Unidos, al equipo mexicano le urge volver a enamorar a su afición, jugando en casa lo puede hacer y también vistiendo la camiseta verde.
Estoy convencido que el fútbol mexicano y su selección necesitan una profunda reestructura en su liga y sus formas y fondos, la Copa del Mundo en casa maquillará toda esa necesaria transformación urgente.
Aguirre es de casa, cotorreador, con buena prensa, con empatía con la afición y buen manejo con los jugadores.
La materia prima es escasa, los jugadores mexicanos jóvenes no dan el golpe en la cancha salvo muy contadas excepciones y de no consolidarse los veteranos seguirán respondiendo al llamado.
Desde esta columna mi respeto a Sven Goran Eriksson con paso por la selección mexicana, QEPD.
LCC.Sergio Bailleres F.