El Consejo Estatal de Protección Civil solicitó al gobierno estatal que emita una declaratoria de emergencia por la temporada de lluvias, para disponer de un fondo extraordinario de 28 millones de pesos con el cual se hagan frente a posibles daños o inundaciones.
De acuerdo con el director de Protección Civil Estatal, Javier Amaya, las principales presas de la entidad cuentan con un almacenamiento promedio del 48% que, a su decir, se trata de un nivel importante, considerando que la época de lluvias se encuentra a la mitad.
En ese sentido, el funcionario señaló que existe el temor de que el almacenamiento en los cuerpos de agua resulte insuficiente ante las lluvias intensas y arrastres de humedad que se pronostican por huracanes y tormentas tropicales, lo que podría “vulnerar la seguridad de las personas en la entidad”.
“La entidad se encuentra con niveles de almacenamiento muy importantes, aun cuando nos encontramos a la mitad de la temporada de lluvias, además de tener un suelo saturado para la permeabilidad, lo cual genera velocidades altas de los escurrimientos y poca capacidad de almacenamientos en los principales cuerpos de agua en el estado”, dijo.
El secretario de Gobierno, Carlos Alcaraz, explicó que dentro de la bolsa también se consideran las contingencias por la temporada invernal, y aseveró que los recursos serán destinados a aspectos necesarios.
“Es un tema que debe garantizar la cobertura total en el estado, es a partir de las consideraciones particulares que puedan presentarse y entendiendo como cualquier ejercicio responsable de presupuesto, tiene que ser equitativo y suministrado en las cosas que son necesario”, apuntó.
Con dicha declaratoria, concluyó oficialmente la que se emitió por sequía en mayo de este año, para la cual se destinaron 35 millones de pesos, principalmente en la distribución de 189 millones de litros de agua con pipas a habitantes de las 204 localidades más golpeadas por dicho fenómeno en la entidad.
Según Protección Civil, la sequía provocó que 37 mil 684 hectáreas resultaran siniestradas o no fueran sembradas en este año, lo que generó pérdidas por más de 200 millones de pesos, afectando a los ingresos de 32 mil 973 personas ligadas a actividades agropecuarias.