Querétaro no es caro, lo que pasa es que ganas poco. Falso, Querétaro es un estado caro, desde la vivienda hasta los servicios, los impuestos también lo son, el traslado de dominio puede llegar a un 8%, impuestos prediales altos, impuesto sobre la nómina del 2% y hasta los controvertidos impuestos “verdes” aplicados empresa que contaminan más de lo normal.
Los precios de la vivienda se han disparado hasta un 14% anual, lo cierto es que en materia inmobiliaria el concepto es muy sencillo una casa vale lo que pagan por ella. ¿Se hubiera imaginado casas de 120 millones o más en el Campanario, o de 16 millones en Altozano, qué tal una casa de 108 millones de Zibata? Pues son una realidad por que alguien lo paga. Es innegable que debe haber una importante cantidad de recursos mal habidos circulando en Querétaro ¿o es normal que un político compre en un día y en efectivo dos terrenos en el “campa” por 40,000,000. Tampoco es normal que haya decenas de restaurantes que a pesar de lucir vacíos sigan abiertos.
El importante flujo de dinero en la economía queretana genera por fuerza un efecto inflacionario local, sin embargo no estoy seguro de que haya lugares y sectores que lo vayan a aguantar, basta ver cómo el típico local salado en el área de comida de Antea ve quebrar negocio tras negocio.
Ante la inminente crisis o por lo menos desaceleración económica que vivimos a nivel global, en gran medida por el efecto Trump. ¿No será momento de que algunos precios se ajusten? Si a usted le gusta comer en restaurante, es cada vez más difícil de costear, “Caretaro” ya maneja precios similares a los de Monterrey o Ciudad de México, con un servicio inferior. Una comida familiar normal con 1 o dos cervezas, se convierte en 3,000 o 4,000 pesos ¿Poooooooor? ¿En qué momento y por qué se han incrementado los precios de esa manera? ¿Es justo o solo soy codo? De verdad no lo sé, sé que hay lugares como “La Bocha, la Osteria y muchos otros donde la relación precio calidad es buena, productos de primera, un gran servicio y una cuenta justa. ¿Qué sucede con otros lugares que para salir adelante se llenan de “buchones”, gente de muy dudosa procedencia cuyo menor problema es el dinero?
Tal vez lo caro de nuestro estado sirva como “filtro” natural de quien llega a vivir aquí, sin embargo y lo dramático del tema es que hay mucha gente pobre que verdaderamente resiente el constante incremento en los precios, tanto de vivienda, educación, alimentación y salud. Hoy una consulta médica cuesta $1,000 pesos mínimo, con razón los consultorios del Dr. Simi están a reventar.
Me declaro incompetente para determinar si estamos viviendo una burbuja o simplemente ya escalaron los precios. Lo cierto es que cada vez más, somos CARETARO.
Éxito y bendiciones