Opinión

Cuidar tus emociones no es un lujo: es una forma de resistir con amor

Columnista Laura Aguilar.
Columnista Laura Aguilar. /Cortesía.

En un mundo que aplaude la productividad, celebra la prisa y glorifica el sacrificio, hay algo profundamente valiente en una mujer que se detiene… y se escucha. Porque cuidar de tus emociones no es una moda de bienestar. Es un acto de amor propio. Es, quizás, el gesto más revolucionario de tu día.

Y aunque durante años nos enseñaron a ser las últimas en la lista, a no incomodar, a rendir sin quejarnos, hay una nueva narrativa creciendo en voz baja: mujeres que se eligen. Que hacen espacio para sí mismas, aunque el mundo las llame egoístas. Que dicen “basta por hoy”, sin culpa.

Cuidar tu salud emocional no se ve en el espejo. Pero se nota en tu energía. En tu mirada. En cómo hablas contigo misma. Y lo cierto es que impacta TODO: desde tus relaciones hasta tu sistema inmune.

Un estudio de la American Psychological Association confirma que las personas que desarrollan habilidades de autorregulación emocional son más resilientes, disfrutan de mejores vínculos y viven con mayor bienestar físico y mental.

¿La clave? No se trata de evitar lo que duele, sino de darle un lugar. Nombrar lo que sientes es el primer paso hacia la sanación. No necesitas un retiro espiritual en Bali (aunque no estaría mal).Necesitas pequeños actos diarios de cuidado emocional que te reconecten contigo:

Reconocer tus emociones sin juicioDecir “no” sin justificartePausar antes de reaccionarPedir ayuda sin vergüenza

Sí, autocuidarte también es quedarte en silencio unos minutos para respirar. Es soltar el perfeccionismo. Es permitirte llorar cuando lo necesitas. Es cancelar esa reunión cuando tu cuerpo grita “ya no puedo más”.

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Una mujer emocionalmente cuidada no es la que nunca cae. Es la que aprende a levantarse con más amor, menos exigencia y mayor conciencia.

Porque en una sociedad que aplaude a la mujer que lo da todo, tú eliges ser la mujer que también se da a sí misma.La que no quiere llegar a todo, sino llegar entera.La que no se desconecta de su esencia para encajar.

¿Por dónde empezar?

● Respira profundo. Haz una pausa de cinco minutos solo para ti.

● Escribe cómo te sentiste hoy, aunque no sea bonito.

● Disfruta de un café o una caminata sin culpas.

● Rodéate de personas que te sumen y no te drenen.

● Di “esto me duele” sin miedo.

Porque vivir ligero no significa tener menos problemas. Significa tener más recursos internos para enfrentarlos. Y eso, empieza desde dentro.

Hoy, cuidar tus emociones no es un extra. Es una prioridad. Es una declaración de dignidad.Y es, sobre todo, una forma de resistir con amor en un mundo que nos quiere agotadas.

Hazlo por ti. Hazlo por todas. Porque tu bienestar también es un acto colectivo.

* Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de quien las escribe y firma, y no representan el punto de vista de Publimetro.

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