La colonia Menchaca es una de las más populares de la ciudad de Querétaro, ya que suele estar en boca de todos durante la temporada de lluvias año tras año, porque es común ver imágenes en redes sociales y medios de comunicación de los estragos que dejan las precipitaciones por sus calles, que se convierten en arroyos de agua pluvial que ponen en riesgo a las casas, bienes y a los habitantes de la zona, pero ¿por qué ocurre esto?
Una colonia nacida sin servicios ni planeación
Desde los orígenes de la colonia, en la década de los 70, fue el hogar de familias que llegaban al municipio de Querétaro. Cruz Montaño, Morales Mata, Zuñiga González, realizaron una investigación en 1988 sobre la situación que vivía la población de la región, en la que al ser iniciada por familias de “paracaidistas”, carecía de todo servicio, agua, drenaje, electricidad y calles, de hecho para 1974 los terrenos en la colonia eran ofrecidos a bajos costos, pero la gente no los compraba por la falta de urbanización.
En la colonia vivían obreros, albañiles, mecánicos, choferes y empleados, poco a poco los problemas se fueron acrecentando con la falta de servicios accesibles, pandillas, problemas de salud y falta de medios de transporte, las calles eran intransitables. Con el paso del tiempo, la región fue cambiando, las casas, calles y servicios se mejoraron; pero la ubicación de la colonia no cambia. Con el tiempo y de ahí surge el problema con las inundaciones.
El problema está en la geografía
Para Jorge Ibares, geógrafo ambiental y creador de contenido en Geografía en Viz, la altura y posición de este asentamiento lo ponen en el lugar menos indicado para las lluvias en Querétaro, en medio de dos escurrimientos naturales de agua y con una pendiente pronunciada que crean arroyos en las calles cada vez que hay precipitación.
“No hay una red de drenaje como tal, como hay en otras colonias muy estructuradas, ha sido más bien improvisada, justamente porque no había un planteamiento previo de cómo sería la estructura y luego las casas, como normalmente pasa en la actualidad, fue al revés. Justamente esa fue la gran dificultad y la poca cobertura vegetal, el alto grado de urbanización sin regularización, el suelo pasó de ser muy permeable, a ser impermeable, justamente el suelo ya no retenía el agua de las partes más altas y luego iba a mayor velocidad en dirección hacia el borde de la presa del 2000, que justamente también se hizo para eso, para mitigar gran parte del impacto de los escurrimientos”.
Escurrimientos naturales y urbanización acelerada
Estos escurrimientos naturales del agua vienen de la zona del campus aeropuerto de la UAQ y de Peña Colorada, en la parte norte y este de la colonia, que se suman con la pendiente pronunciada de calles y casas construidas en lo alto del cerro, lo que se traduce en caudales de agua con cada precipitación, poniendo en riesgo viviendas, automóviles y a los propios peatones.