Las aguas residuales sí pueden potabilizarse, tecnológicamente es factible, pero existe una norma ambiental que exige que el agua esté en reposo para la potabilización, puntualizó la presidenta de la república, Claudia Sheinbaum, al ser cuestionada sobre el proyecto hídrico El Batán.
“Sí hay normas que permiten que agua de desecho, a través de muchos filtros, puedan llegarse a convertir en agua potable”, ahondó.
En particular, remarcó que este tema, cuya viabilidad, debe revisarse por los diputados locales, pero acotó que, en el país, existen normas ambientales estrictas que regulan ese proceso, el cual no permite su uso directo para consumo humano.
“Se recicla el agua a través de plantas de tratamiento y tiene que estar un tiempo en reposo en algún cuerpo de agua. Y después de eso, su potabilización, eso lo dice una norma, y tienen que cumplirse todas las reglas ambientales para que esto pueda ser así”.
En el mundo, mencionó que hay países que reciclan su agua de desecho y la convierten en potable, como se da en África, que ante la imposibilidad de obtener agua de otro tipo se aplican estos sistemas de potabilización y funciona, pero se debe garantizar que se cumpla con la condición de ser potable.
En este momento, recalcó que no existe una norma que permita la potabilización directa del agua residual sin este periodo de reposo, por lo que proyectos que pretendan ese tipo de tratamiento tendrían que ajustarse o esperar una modificación normativa, la cual debe pasar por la discusión de expertos en la materia, estudios, y consulta pública para ser sucpetible de modificación.
“Nosotros no tenemos ningún proyecto que tenga que ver con uso directo. Se tendría que cambiar esa norma ambiental, hay proyectos que tienen que ver con esta norma que está explícita, investigada por científicos y que es viable y posible, pero tiene que cumplir, pues muchísimas cuestiones tecnológicas”.
Derivado de esta postura, la diputada local y expresidenta estatal del PAN, Leonor Mejía, aseveró que esto confirma que el sistema tiene sustento técnico y visión de futuro, al tratarse de las palabras no solo de la presidenta sino de una científica ambiental.
“La presidenta fue clara; tecnológicamente, es factible hacer potable el agua residual. Que una científica ambiental como ella lo diga públicamente, confirma que el Sistema El Batán tiene sustento técnico y visión de futuro, siempre que se cumplan las normas y se garantice la seguridad para las familias queretanas”.
Remarcó que no se trata de un “proyecto improvisado”, sino una respuesta planificada al estrés hídrico, por lo que llamó a superar la desinformación y el ruido político, y centrar el debate en garantizar el derecho humano al agua, mediante soluciones modernas, viables y apegadas a la normatividad.