Estimado lector, déjeme que le cuente de esta gran historia de amor, ese amor de a de veras de los que poco se ven, de los que son para siempre, de los aguantadores.
El amor al fútbol se traduce aquí en la ciudad del Acueducto en ser aficionado al Querétaro, a los Gallos Blancos.
El 8 de julio de 1950 nació el Querétaro Fútbol Club y 4 años después el mote de Gallos Blancos.
No importa la época, ni el estadio, somos Siempre Gallos desde Silvano hasta Sanvezzo, desde la “Morriña”hasta Marco Jiménez, de Gabino Pérez a Tiago Volpi, desde Austreberto hasta Justino, pasando por Zárate, el “Cacho” Alvarado, Palomares, Valtencir, Beltrán, Margarito, Gerk, Villa, “Negro” Martínez, Barrera, y estrellas internacionales en los nombres de Antonio Valencia y el gran Ronaldinho, y en la banca “Chencho”, Don Felipe “La Marrana” Castañeda, Trejo, Chava Reyes Jr, Jara Saguier, Cardozo, Ambriz, Victor Manuel Vucetich y hoy Benjamin Mora por mencionar a algunos.
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Somos Siempre Gallos desde Don “Pachin” Niembro, la UAQ, la Promotora de Queretanos, Autofin, el Patronato, Axel Bulle, Oceanografía, Grupo Imágen y los del casino.
Siempre Gallos lo mismo en el viejo Estadio Municipal con su Porra de Sol, su techo de madera, sus tortas de mano en mano y sus palcos en el Hotel Mirabel, que en el moderno Corregidora, sede de dos Copas del Mundo y emblema de la ciudad.
Siempre Gallos con nuestros ángeles desde el cielo: el Profesor Luis Alvarado, Gerardo Orona, Agustin Jiménez, René Montalvo, Salvador Ochoa, “Borolitas”, Miguel Marín, Guillermo Sámano, Morriña, el Maestro Andrés Estévez, Don Víctor Muñoz, Don José Pedro y muchos más que alientan desde otras dimensiones.
Siempre Gallos aún en las horas bajas, en los descensos, los ascensos, las desapariciones, las trampas en contra, las marrullerías de malos arbitrales, las goleadas, los triunfos, las derrotas en penales, los cambios de dueños y las poquísimas épocas de bonanza como lo que vivimos hace años con ese subcampeonato que a muchos nos supo a gloria en toda la extensión de la palabra y la Copa MX.
Hoy nuestro equipo cumple 75 años de sensaciones honestas, esas que salen desde el corazón y se conectan con las emociones.
Soy de Gallos desde que nací, he permanecido intacto en el amor por estos colores que me van a acompañar hasta el silbatazo final de mi existir.
Lo que viene pinta bien, nos emociona, nos ilusiona y nos convoca.
La segunda parte de esta historia se escribirá desde los triunfos, los campeonatos y los torneos internacionales.
Nuestro equipo nació humilde y conserva la sencillez de su cuna con la fuerza de un conjunto arropado e impulsado por su gente.
Felicidades Querétaro Fútbol Club.