Opinión

Respira, abraza, aguanta

laura columnista
Colomnista. Laura Aguilar Roldán.

Es verano, el calor pega más fuerte que la culpa, tu hijo lleva tres snacks, dos caídas, una rabieta y cero siestas, y tú… estás en videollamada, contestando correos, o tratando de sobrevivir al home office mientras alguien grita “mamáaaa” por quinta vez antes del desayuno.

A veces trabajas desde casa, a veces fuera, aveces desde el coche y a veces, desde esa delgada línea entre el “todo bien” y “ya no puedo más”.

Y entonces pasa, el berrinche, grita, llora, se tira al piso con la intensidad de una telenovela y tú, con el nudo en la garganta y la paciencia en reserva, piensas: “¿Y si me encierro en el baño y no salgo hasta septiembre?”. Pero no lo haces porque eres mamá, y porque aunque tengas las emociones al borde de la piel, eliges quedarte, no porque no duela, sino porque amas.

Lo que nadie te cuenta es que la rabieta no es el enemigo, es un mensaje, tu hijo no está tratando de desafiarte, está diciendo, a su manera: “Estoy abrumado”, “Necesito que me mires”, “No sé cómo calmar esto que siento.” Y tú —con tu cansancio, tus pendientes y tu amor real, imperfecto— eres quien puede contener, traducir y transformar ese momento.

Más del 70% de las madres trabajadoras en México se sienten emocionalmente saturadas durante el verano. Y en Querétaro, más del 60% también sostiene el hogar, la escuela y el trabajo sin red de apoyo clara.

Criar en verano es una maratón emocional sin aire acondicionado y aún así, ahí estás tú: con tus dudas, tu caos… y tu amor inquebrantable.

Por eso, en Querétaro, ya se están haciendo cosas importantes.💜 El DIF Estatal imparte el programa Escuelas para Padres, con talleres prácticos sobre disciplina positiva, expresión emocional y manejo de límites.💜 El Instituto Municipal de la Familia ofrece acompañamiento gratuito, mediación y consultoría en crianza afectiva.

PUBLICIDAD

Porque criar no es un asunto privado, es una responsabilidad social y tú mereces ser acompañada.

Así que este verano, no te exijas ser perfecta, sé real, abraza cuando quieras gritar, respira cuando quieras salir corriendo, ríete cuando todo se desborda y si eliges soltar la ropa sucia por jugar 10 minutos… también estás criando con amor. Porque al final, tu hijo no recordará si comió nuggets dos días seguidos, recordará si te reíste con él, si lo miraste a los ojos, si estuviste ahí, incluso cuando no sabías qué hacer. No es magia, es presencia y eso, mamá… eso cambia el mundo.

¿Y tú? ¿Ya lloraste, te reíste y volviste a empezar hoy? Cuéntamelo, porque aquí estamos todas, cansadas, amorosas, reales, sobreviviendo el verano con culpa, con humor y con el corazón abierto.

* Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de quien las escribe y firma, y no representan el punto de vista de Publimetro.

Tags

Lo Último