En Querétaro, donde los niños suelen crecer entre balones y canchas, un chico eligió un camino distinto. Se llama William Roy Delgado de Santiago, tiene 10 años y representará a México en el Campeonato Panamericano de Esgrima que se celebrará del 15 al 22 de agosto en Lima, Perú. Es uno de los atletas más jóvenes en abrirse paso en una disciplina que pocos conocen de cerca.
El inicio inesperado
Hace apenas un año, mientras su madre trabajaba doble turno, William pasaba las tardes en casa de una vecina. Ahí vio por primera vez un florete y quedó fascinado. Lo sostuvo, dio unos pasos y comprendió que había encontrado algo distinto: un deporte que exige estrategia, reflejos y paciencia. Desde entonces, la esgrima se convirtió en parte de su vida.
“La pista es un espejo de la vida: si bajas la guardia, pierdes”, suele decir con una madurez que sorprende.
Una familia de pie
El camino no ha sido fácil. La Conade no reconoce a menores de 11 años como atletas de alto rendimiento, por lo que William no ha recibido apoyo oficial. Cada uniforme, inscripción y viaje ha sido financiado por su familia. Su madre, Imelda de Santiago, perdió su empleo poco después de que él descubriera la esgrima. Pero no se rindió: comenzó a vender dulces en La mesa de Willy para costear entrenamientos y torneos.
En 2024 y 2025, William participó en competencias en Querétaro, Veracruz y Tabasco, sumando victorias que lo llevaron hasta la clasificación panamericana. Hoy, aún necesita reunir más de 12 mil pesos para cubrir gastos de viaje, entrenador y jueces.
Más que un deporte
William no descuida la escuela. Sus maestros lo describen como disciplinado y con claridad en sus metas. Y en un país donde 6 de cada 10 adolescentes han probado alcohol antes de los 18 años y más del 17 % alguna droga ilícita(ENCODAT 2021), su historia representa una alternativa luminosa: el deporte como escudo.
Él sueña con Italia, donde la esgrima tiene tradición y entrenan dos de sus ídolos, Máximo Azuela y Máximo Murray. No lo dice como fantasía infantil, sino como objetivo con nombre y destino.
Inspiración queretana
Cuando vuelva de Lima, retomará su preparación para los Juegos Nacionales de octubre. El resultado en Perú aún está por escribirse, pero lo que ya conquistó va más allá de una medalla: la certeza de que los sueños, con constancia y apoyo, también se defienden con una espada.