Querétaro

El trabajo silencioso detrás del regreso a clases en Querétaro

Columnista Laura Aguilar.
Columnista Laura Aguilar. /Cortesía.

El regreso a clases en Querétaro siempre se vive con entusiasmo: más de 320 mil estudiantes de educación básica llenaron este lunes las aulas con mochilas nuevas y uniformes recién planchados. Sin embargo, detrás de este momento hay un esfuerzo que pocas veces se cuenta: el de la Unidad de Servicios para la Educación Básica en el Estado de Querétaro (USEBEQ) y las brigadas que, bajo el liderazgo de Irene Quintanar, dedicaron semanas de vacaciones a preparar cada detalle para que el inicio del ciclo escolar fuera posible.

Mientras miles de familias disfrutaban de los últimos días de descanso, cuadrillas de mantenimiento recorrían escuelas, reparan fugas de agua, pintaban salones, revisaban techos y restablecen instalaciones eléctricas. La tarea fue especialmente intensa este año: las lluvias dañaron 22 planteles en distintos municipios, y fue necesario trabajar contrarreloj para que ningún alumno se quedara sin clases. Lo lograron. El primer día del ciclo escolar, todas las escuelas pudieron abrir sus puertas.

A la par, se organizó una de las logísticas más grandes del estado: la entrega de 354,239 paquetes de útiles escolares y 295,695 uniformes deportivos para estudiantes de preescolar, primaria y secundaria públicas. Estas cifras muestran la magnitud del trabajo silencioso que se realiza: cajas descargadas en bodegas, camiones que recorren comunidades, personal que revisa listas y horarios para que cada niño tenga en sus manos lo que necesita desde el primer día.

No se trata solo de repartir materiales. Cada paquete de útiles y cada uniforme representa un alivio real para miles de familias que, de otro modo, tendrían que gastar parte de su ingreso en esta temporada. A nivel nacional, el regreso a clases genera un gasto superior a los 100 mil millones de pesos, según la Concanaco. En ese contexto, los apoyos estatales en Querétaro marcan una diferencia significativa, porque permiten que la educación sea verdaderamente un derecho y no un peso adicional para los hogares.

El trabajo de lUSEBEQ, también incluyó la planeación pedagógica. Durante las vacaciones se llevaron a cabo reuniones de Consejo Técnico Escolar en cada plantel, donde maestras y maestros revisaron estrategias, compartieron experiencias y ajustaron planes de estudio para recibir a sus alumnos con energía renovada. Son espacios que no suelen aparecer en las noticias, pero que definen la calidad de la enseñanza.

El regreso a clases es, en realidad, el resultado de un trabajo que no descansa. Desde la bodega donde se organizan los útiles hasta el aula recién pintada, hay manos que construyen futuro sin reflectores. Y aunque el protagonismo lo tengan los niños y jóvenes que estrenan cuadernos y conocen nuevos maestros, vale la pena reconocer a quienes hicieron posible que este lunes Querétaro viviera un inicio de ciclo ordenado, seguro y esperanzador.

La educación no se improvisa: se prepara con planeación, esfuerzo y compromiso. Y esa es la lección que nos deja Irene Quintanar al frente de la USEBEQ: el liderazgo que coordina, inspira y respalda a las brigadas que, en silencio, trabajaron durante semanas para que, al sonar el timbre, la ilusión de aprender pudiera comenzar de nuevo.

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