En el marco de la décima edición del Hay Festival Querétaro, el periodista Ricardo Raphael, conocido por su trabajo en temas de justicia, ofreció una conferencia en la que profundizó sobre su investigación del caso Wallace, un episodio que ha marcado el debate sobre la justicia y el periodismo en México. Durante la charla, Raphael compartió detalles de su libro Fabricación, resultado de seis años de investigación, y reveló una primicia sobre la muerte de Isabel Miranda de Wallace, figura central del caso.
El periodista explicó que su interés en el caso comenzó al detectar inconsistencias en las declaraciones de Isabel Miranda, quien se presentaba como defensora de víctimas, particularmente en el caso de Ezequiel Elizalde. Raphael señaló que las dudas surgieron al confrontar la narrativa de Miranda con la información disponible, especialmente tras un programa de televisión en el que ella afirmó que el señor Wallace era el padre biológico de su hijo Hugo, algo que resultó falso. Carlos León Miranda, quien se identificó como el verdadero padre biológico, desmintió esta versión, lo que llevó a Raphael a descubrir una “maquinación” detrás de una supuesta gota de sangre encontrada en un baño, clave en la narrativa oficial del caso.
El caso Wallace, según Raphael, está plagado de irregularidades, desde montajes mediáticos hasta detenciones cuestionables. En particular, destacó el papel de Roberto Miranda, hermano de Isabel, a quien acusó de ser un “presunto torturador” con evidencia de víctimas que lo señalan, aunque no ha sido juzgado. La investigación de Raphael sugiere que los supuestos secuestradores podrían ser víctimas de un sistema que fabricó pruebas en su contra, lo que abre la puerta a la necesidad de investigar delitos como la tortura, que no prescribe.
Sobre la muerte de Isabel Miranda, anunciada el 8 de marzo de 2025, un día después de la publicación de Fabricación, Raphael compartió una primicia: tras contactar al médico que la atendió en el Instituto Nacional de Nutrición, confirmó que Miranda falleció en dicho hospital debido a una negligencia médica agravada por su propio descuido en el tratamiento. Sin embargo, las dudas iniciales sobre su muerte surgieron por las inconsistencias en los reportes y una carta póstuma, presuntamente escrita por Roberto Miranda, que Raphael considera un intento de protegerse ante posibles investigaciones.
Raphael también reflexionó sobre la crisis del periodismo actual, criticando la proliferación de “noticias fabricadas” y la falta de estándares rigurosos en los medios tradicionales, que muchas veces se pliegan a la publicidad o la propaganda. Propuso como antídoto “más y mejor periodismo”, enfatizando la necesidad de una alfabetización mediática que permita a la sociedad discernir entre información confiable y desinformación. “Necesitamos educar a las nuevas generaciones para cruzar la ciudad virtual, identificar focos rojos y verdes en la información”, afirmó.
Finalmente, el periodista instó a los medios a reconectar con las preocupaciones de las nuevas generaciones, abordando temas como la inteligencia artificial, el acceso a la justicia o la precariedad laboral, en lugar de caer en la polarización simplista. “Si no sabemos usar plataformas como TikTok, estamos fuera de la jugada”, advirtió, subrayando la importancia de adaptarse a los nuevos formatos para dialogar con los jóvenes.