En Querétaro, el empoderamiento femenino dejó de ser un ideal para convertirse en realidad. Hoy, las mujeres no sólo ocupan su lugar en la vida social y económica: son protagonistas de las decisiones que transforman a la comunidad. Desde la Sierra Gorda hasta la zona metropolitana, se teje una red de programas y oportunidades que persiguen un mismo objetivo: que ninguna mujer se quede atrás.
Del discurso a la acción
Las cifras hablan por sí solas: 42 % de las mexicanas en edad productiva está fuera del mercado laboral porque se dedica al cuidado no remunerado de su familia. Y cuando logran trabajar, ganan en promedio 14 % menos que los hombres por tareas de igual valor.
Frente a este panorama, Querétaro decidió actuar. Gobierno estatal y municipios han comprendido que empoderar a las mujeres no es sólo un acto de justicia: es una apuesta inteligente para el desarrollo. Cada peso invertido en capacitación, salud y educación para las mujeres regresa multiplicado en bienestar para sus familias y comunidades.
Acciones desde el Estado
La Secretaría de la Mujer ha desplegado una estrategia integral que ya está cambiando vidas:
● Apoyo a Madres Trabajadoras y Emprendedoras, con estímulos económicos y formación para iniciar o fortalecer negocios.
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● Red Estatal de Prevención de Violencia, con brigadas que asesoran, acompañan y canalizan a miles de mujeres en riesgo hacia refugios y servicios de protección.
● Centros para el Desarrollo de las Mujeres, presentes en 13 municipios, que han atendido a más de 8 mil mujeres este año.
Herramientas que abren caminos
La capital concentra dos proyectos que hoy son referente nacional. El Centro de Empoderamiento de la Mujer, con más de 12 mil metros cuadrados, ofrece atención psicológica y jurídica, educación financiera y capacitación laboral. Sus tres ejes —Mujeres que se reconstruyen, se aman y trascienden— buscan sanar, fortalecer y preparar a las queretanas para liderar su propio destino.
A ello se suma la Universidad de las Mujeres, la primera universidad municipal del país, que ofrece becas de hasta 70 %, titulación gratuita y ludoteca para el cuidado de los hijos. Más de 500 alumnas ya están retomando su sueño de concluir una carrera.
Acción en territorio
El trabajo no se queda en oficinas. A nivel municipal, programas como Expo Manos Emprendedoras, huertos familiares y talleres productivos acercan oportunidades a colonias y comunidades. Además, por las tardes, en Epigmenio González, Cayetano Rubio y otras zonas metropolitanas, se imparten talleres gratuitos de repostería, cocina, jabonería artesanal y manualidades. Estas capacitaciones no sólo enseñan un oficio: reconstruyen la autoestima y permiten generar ingresos sin salir de la colonia.
Más que políticas, historias
Los resultados se sienten en la vida diaria. Juanita, por ejemplo, comenzó en un taller de repostería y hoy tiene su propio negocio. Claudia está por graduarse de la Universidad de las Mujeres y será la primera profesionista de su familia.
El reto que sigue
Querétaro ocupa el segundo lugar nacional en menor brecha de participación económica entre hombres y mujeres, pero el desafío continúa: sólo el 46 % de las queretanas en edad productiva tiene empleo formal y la carga de cuidados sigue recayendo en ellas. El siguiente paso es llevar estos programas a comunidades rurales e indígenas, donde la brecha es mayor.
Querétaro: un referente
Mientras otras entidades apenas comienzan a diseñar políticas de género, Querétaro ya ofrece educación, capacitación productiva y espacios de atención integral. La apuesta es clara: invertir en mujeres es invertir en el futuro. Porque cuando una mujer se fortalece, también lo hace su familia, su comunidad y su estado.