El activista ambiental Enrique Uribarren Castro advirtió que Querétaro mantiene un déficit de áreas verdes y arbolado urbano, consecuencia directa del crecimiento desordenado y de los constantes cambios de uso de suelo para desarrollos habitacionales e industriales.
“Andamos por debajo de la media recomendada internacionalmente”, lamentó.
El también presidente del Observatorio Ciudadano para la Protección Ambiental del estado, ahondó que se estima que el déficit sea de 177 mil árboles es zonas urbanas y periurbanas, según la información vertida por La Secretaría de Medio Ambiente del municipio de Querétaro.
Uribarren señaló que este tipo de situaciones también tiene impacto no solo en el medio ambiente, sino también en la salud y bienestar de la población, por lo que lamentó que no se haya aprendido de las lecciones de otras ciudades, como Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey.
“Desde luego que es el resultado de los constantes cambios de uso de suelo que se han dado tanto para el desarrollo de vivienda como para el desarrollo industrial, de parques industriales, etcétera”.
Resaltó que pareciera que se está cumpliendo con el dicho de que “nadie experimenta en cabeza ajena”, y se han replicado modelos en los que se cree que se puede compensar la siembra de árboles en otros lugares, aunque también recordó que están obligados a hacerlo cuando se hace un cambio de uso de suelo, pero suele suceder que el lugar donde se compensa, eventualmente también son susceptibles de cambios de uso de suelo y se pierden estas zonas.
Aunque resaltó que México tiene legislación de primer mundo, pero con “aplicación del inframundo”, por lo que uno de los primeros aspectos a cambiar remarcó que es “hacer letra viva”, lo que ya existe en las leyes y normas.
El problema es que nosotros los respetamos, también existen los planes parciales de desarrollo municipal, muchos de ellos ya inscritos y todo, y a pesar de que luego se les caracteriza a una Unidad de Gestión Ambiental como de protección ecológica o de protección especial, pues se conceden los cambios en su suelo".
Como especialista, ahondó que subrayó las áreas arboladas cumplen funciones esenciales, como la captura de partículas contaminantes, la mitigación de las islas de calor y la infiltración de agua al subsuelo, lo que ayuda a recargar los acuíferos que hoy se encuentran en déficit.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud se recomienda un árbol por cada 3 habitantes, así como de 10 a 15 metros cuadrados de área verde por cada habitante.

