Diputados del Partido Acción Nacional en Querétaro cuestionaron la estrategia de seguridad del gobierno federal, luego del asesinato del alcalde de Uruapan, Michoacán, y de otros hechos violentos registrados en el país durante las últimas semanas.
El diputado Mauricio Cárdenas calificó como “fallida” la política de seguridad federal que, dijo, «desde hace más de siete años» privilegia la estrategia de “abrazos, no balazos” impulsada por el expresidente Andrés Manuel López Obrador, en donde no se están “dando soluciones a las víctimas”.
Además, resaltó que la violencia se agrava en estados como Sinaloa, Michoacán, San Luis Potosí, Guerrero y Oaxaca, en contraste a lo que hay en Querétaro, donde la “sinergia” entre estado, municipios, Guardia Nacional y Ejército ha generado resultados.
“Y creo que Querétaro sigue siendo un ejemplo en temas de seguridad, de cómo se deben de hacer las cosas. Y lo que sí me queda claro es que, a nivel federal, no les están dando las herramientas ni a los policías ni a los militares para que puedan actuar de la manera en la que se debe castigar con todo el peso de la ley a los criminales”, refirió.
El diputado Enrique Correa Sada sostuvo que ante esta estrategia fallida, advirtió que el país podría entrar en una crisis mayor si no se actúa con firmeza contra el crimen organizado, e incluso infirió que la falta de acciones contundentes podría hablarse de que Morena tiene vínculos con el crimen organizado.
“Me parece que este es un detonante, o toman cartas en el asunto en el gobierno federal y empiezan a hacer de forma real y verdadera su trabajo, o el país va a entrar en una crisis muy importante, porque los ciudadanos no vamos a seguir permitiendo que nos tengan estas condiciones”.
Agregó que la violencia en estados como Sinaloa refleja el deterioro de la seguridad, en donde la federación no ha asumido su responsabilidad en el combate al narcotráfico, por lo que urgen una atención contundente.
En este mismo tema, representantes del sector empresarial como el vicepresidente nacional de Grandes Empresas de CANACINTRA, Esaú Magallanes Alonso, expresó que este crimen refleja la urgencia de replantear la estrategia de seguridad nacional, ya que la violencia ha alcanzado niveles que afectan no sólo a las autoridades locales, sino también al sector productivo y a la ciudadanía en general.
“El asesinato de Carlos Manzo es una muestra más de que la violencia está rebasando los límites tolerables. Su único ‘error’ fue exigir que se cumpla la ley y trabajar por un México más justo y seguro”.
Por ello, exigió resultados concretos, acciones firmes y un cambio real en el combate al crimen organizado, para garantizar paz, justicia y Estado de Derecho, y sobre todo que no sea un crimen que quede impune.
En el estado, la Coparmex también coincidió en este llamado, ya que consideró que lo sucedido es una grave afrenta al Estado de Derecho y a la paz social del país, por lo que urgió al Gobierno Federal y al estatal a asumir su responsabilidad en la recuperación de la paz, y pidió establecer una estrategia nacional integral que fortalezca a las policías locales, recupere los espacios públicos y garantice la protección de la vida y el patrimonio de todos los mexicanos.

