No sé a qué se dedique, si usted es trabajador independiente, empresario o emprendedor, probablemente como muchos, esté viviendo un año económicamente muy retador. Estamos en Noviembre y para muchos el año se ha ido en blanco, uno de los sectores más lastimados es el de la construcción, la política de la 4T de entregar las principales obras de infraestructura al ejército, ha generado un boquete en la industria privada de (cifras en miles de millones de pesos) $300,000 por la cancelación del NAIM, $75,000 construcción AIFA, $500,000 del tren Maya, no contamos en esta ecuación la refinería de Dos Bocas pues aunque se ha probado que no refina mas de 30% de su capacidad, no fue ejecutada por el ejército y su costo fue de más o menos $60,000, 3 veces más su costo proyectado inicialmente. El ejército ha ejecutado al menos $600,000 millones de pesos que dejaron de permear a la economía y que se ha convertido en un gran negocio para los generales, sume o más bien reste lo que dejó de mandar la federación en recursos para infraestructura a Querétaro, en las épocas de “Peña Bebé” recibíamos entre 800 y 1,000 millones al año para obras federales, 100 a 200 millones para infraestructura hidráulica y una buena cantidad de dinero etiquetada para obra en los municipios, con la 4T ese dinero dejó de llegar, lo que no dejó de llegar es gente, que atraída por la seguridad y calidad de vida de nuestro estado llega en razón de 100 personas al día.
El resultado un estado con finanzas insuficientes para afrontar su crecimiento, no hay dinero para el proyecto el Batán, que daría viabilidad hídrica al estado por otros 30 años, las carreteras federales que cruzan el estado están en pésimas condiciones y se viene la amenaza del recorte presupuestal en salud y seguridad para el 2026.
No hay dinero por que estamos pagando las ocurrencias de López Obrador, desde proyectos inútiles hasta la economía de la construcción monopolizada por el ejército. Además la deuda pública en el sexenio anterior creció al menos en un 30%.
Algo se debe hacer y pronto o uno de lo sectores insignias del país, como la construcción, estaría en grave riesgo, y no me refiero solo a los dueños de constructoras, cuando se “cierra la llave”, casas de materiales dejan de vender, no se contratan camiones materialistas ni maquinaria, ni bandereros, ni siquiera hay negocio para las señoras o señores que venden comida afuera de las obras. El efecto multiplicador de la industria es muy alto y hoy está en riesgo.
Éxito y Bendiciones

