En una entrevista exclusiva con Publimetro Querétaro, el exgobernador de Michoacán y actual diputado federal por Morena, Leonel Godoy Rangel, ofreció un análisis profundo sobre la evolución del crimen organizado en México, los retos para garantizar la seguridad en estados como Michoacán y Querétaro, y su visión sobre el futuro político del país.
Con una trayectoria que incluye cargos como procurador de Michoacán, secretario de Seguridad Pública y de Gobierno del Distrito Federal, senador y diputado federal en cuatro ocasiones, Godoy compartió perspectivas basadas en su formación como criminólogo y su experiencia en la política mexicana.
La transformación del crimen organizado: de narcotraficantes a cárteles
Godoy, quien fue secretario de Gobierno de Michoacán durante el mandato de Cuauhtémoc Cárdenas (1980-1986), explicó que en esa época el crimen organizado era incipiente y se limitaba principalmente al narcotráfico. “Cuando Cárdenas era gobernador, yo fui subprocurador y luego secretario de Gobierno. El crimen organizado no era como lo conocemos ahora. Eran narcotraficantes que sembraban marihuana o amapola, pero no había cárteles organizados como los actuales”, señaló. Según el diputado, en las últimas décadas, los cárteles han evolucionado hacia estructuras más complejas y violentas, pasando del tráfico de drogas a actividades como el cobro de piso, que afecta tanto al sector rural como urbano.
“Los cárteles ya no son solo de drogas; ahora son cárteles de extorsión. En Michoacán, por ejemplo, extorsionan a productores de limón, aguacate, ganaderos, pero también a restaurantes, hoteles y comercios en general”, afirmó Godoy. Esta transformación, según el exgobernador, ha complicado el combate al crimen, ya que el derecho penal mexicano está diseñado para sancionar a personas físicas, no a organizaciones criminales, que funcionan como “personas morales ilegales”.
Explicó que esta discrepancia estructural es un obstáculo significativo: “El derecho penal se construyó para castigar a individuos. Pero los cárteles, como el de Jalisco, Sinaloa o la Familia Michoacana, son organizaciones. Aunque captures a un capo, la estructura sigue operando, porque el sistema no está diseñado para desmantelar a la organización en su conjunto”. En este contexto, destacó reformas recientes, como la ley contra la extorsión y la extinción de dominio, aprobadas en el Congreso, pero subrayó que aún falta desarrollar un marco legal más robusto para enfrentar este tipo de delincuencia.
Michoacán: un estado marcado por la violencia y la búsqueda de soluciones
Como exgobernador de Michoacán (2008-2012), Godoy vivió una etapa particularmente difícil para el estado, marcada por eventos como los granadazos en Morelia durante las fiestas patrias de 2008. Sin embargo, aseguró que en ese periodo el crimen organizado estaba focalizado en regiones como la Tierra Caliente, lo que permitía un mayor control. “En mi tiempo, yo salía a caminar por la plaza de Morelia sin amenazas. Las condiciones eran distintas; el crimen no estaba tan extendido como ahora”, recordó.
Al reflexionar sobre los planes federales para pacificar Michoacán, Godoy fue crítico con los gobiernos de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto. Según él, el plan de Calderón, liderado por Genaro García Luna, fracasó porque “un delincuente encabezaba la lucha contra la delincuencia”, favoreciendo a ciertos grupos criminales y exacerbando la violencia. De manera similar, calificó el plan de Peña Nieto, encabezado por Alfredo Castillo, como un reflejo del “peñanietismo corrupto”, que no logró resultados duraderos.
En contraste, Godoy expresó optimismo sobre el “Plan Michoacán para la Justicia y la Paz” impulsado por la presidenta Claudia Sheinbaum. “Este plan tendrá éxito porque aprende de los errores del pasado. Combina el castigo a la impunidad con la atención a las causas sociales de la delincuencia, como la pobreza, la falta de educación y empleo”, afirmó. Destacó que el plan apuesta por fortalecer la infraestructura y la producción agrícola, sectores en los que Michoacán lidera a nivel nacional con productos como aguacate, fresa y guayaba, mientras fomenta la riqueza cultural del estado, marcada por su herencia indígena y colonial.
Godoy también subrayó la importancia de combatir la impunidad, citando el caso del asesinato del presidente municipal de Huajuapan, Carlos Manzo. “La gente quiere justicia, que caigan los responsables intelectuales de estos crímenes. El plan de la presidenta no solo busca reducir los índices delictivos, sino garantizar que los resultados sean permanentes”, afirmó.
Querétaro: un oasis en riesgo si el país no avanza
Sobre Querétaro, descrito como un “oasis” de seguridad en comparación con estados vecinos, Godoy advirtió que esta tranquilidad no es exclusivamente mérito local. “Querétaro no está así solo por sus estrategias, sino porque no está en la ruta de los intereses del crimen organizado. Pero si el país entero no combate la inseguridad, Querétaro no podrá mantenerse como oasis”, explicó. Según el diputado, la clave para preservar la paz social en el estado es apoyar las estrategias nacionales contra el crimen organizado, ya que la delincuencia actual es un fenómeno transnacional que trasciende fronteras estatales.
“El crimen organizado ya no es solo nacional; es transnacional. Cárteles como el de Jalisco Nueva Generación tienen presencia en Colombia, Rusia, España. Por eso, la lucha debe ser coordinada entre los tres niveles de gobierno y con alianzas internacionales”, afirmó.

