“Hoy hay muchos intereses por dividir al PAN”, advirtió el diputado local Enrique Correa Sada al señalar que la vida interna del blanquiazul enfrenta presiones tanto de actores inconformes como de grupos externos que buscan generar fracturas.
No obstante, remarcó que, aunque cualquier militante o actor político es libre de abandonar un instituto y sumarse a otro, la ciudadanía debe evaluar si esas decisiones se toman por convicción y por el bien común, o si responden a intereses personales o si son intereses pagados por otras fuerzas políticas.
“Entonces, a mí me parece que el que no esté a gusto en el PAN, que busque su opción política, pero que hable con claridad y con honestidad”.
Apuntó que una de las prácticas que se busca combatir, desde la reforma electoral, no solo en su partido sino en el resto de los institutos políticos, es aquellos perfiles que se presentan como candidatos a presidencias municipales, y por otra vía se inscriben para una regiduría.
“Por eso, con mucha contundencia, vamos a regular que quienes sean candidatos a presidentes municipales no puedan postularse por la doble vía. Si eres candidato a presidente municipal, sé candidato a presidente municipal y no puedas ir en una regiduría de representación proporcional”.
Observó que este fenómeno no es exclusivo del PAN, sino que ocurre en todos los partidos, donde algunos perfiles utilizan este tipo de candidaturas como mecanismo de presión o negociación, por lo que sentenció que no se permitirán engaños.
“Creo que en todos los espacios donde participa el ser humano siempre hay intereses, y pues la política no está ajena a ello. Claro que hay intereses personales, pero me parece que los ciudadanos en Querétaro tienen la capacidad de discernir quiénes están persiguiendo como prioridad número uno los intereses personales y no los intereses colectivos de nuestra comunidad”.
Respecto a quienes no ganan una elección, pero posteriormente son incorporados a gabinetes municipales o estatales, el diputado aclaró que no se trata de la misma situación, pues los cargos ejecutivos no se asignan por popularidad, sino por perfiles técnicos y sensibilidad social.

