A finales de los años 2000 el internet comenzaba a llegar en pocos hogares mexicanos, lo común era ver personas sentadas en un ‘café internet’ e interactuar con otras que conectaban en línea a través de chats, uno de ellos era Omegle, quien dice adiós a casi 15 años de su nacimiento.
Al abrir la página de internet en automático te emparejaba en una ventana para poder interactuar con otra persona en cualquier parte del mundo. Este sistema de interacción logró en su momento más de 70 millones de visitas al año.
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Lamentablemente, la entonces red social tenía un algoritmo mal ejecutado que permitía conectar a menores de edad con adultos. La edad mínima para poder entrar a chatear era de 13 años y podías chatear con otras personas sin necesidad de revelar mas detalles.
En febrero de 2023, se viralizó una demanda anónima a través de BBC. La joven contaba el relato de cómo a sus 11 años sufrió abusos a través de la aplicación, demandando a la plataforma por emparejarla al azar con un abusador, relató el portal Xataka.
“Lancé Omegle cuando tenía 18 años y todavía vivía con mis padres. Estaba destinado a aprovechar las cosas que amaba de Internet y al mismo tiempo introducir una forma de espontaneidad social que sentía no existía en ningún otro lugar”, relata el creador de Omegle, Leif K-Brooks.
Si Internet es una manifestación de ‘aldea global’, Omegle estaba destinado a ser una forma de pasear por una calle de esa aldea y entablar conversaciones con las personas que te encontrabas en el camino”.
Brooks explica que “no es sostenible, ni financiera ni psicológicamente”. La decisión de cerrar la página llegó en medio de un mar de demandas y peticiones de esta acción.
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“Desafortunadamente, lo correcto no siempre prevalece. Por mucho que desearía que las circunstancias fueran diferentes, el estrés y los gastos de esta lucha para operar Omegle, además de luchar contra su mal uso, son simplemente demasiado. Francamente, no quiero tener un ataque al corazón cuando tenga 30 años”.
Así llegó a su fin una de las tantas páginas pioneras en su género para interacturar con otras personas sin necesidad de hacerlo en forma presencial.
