Los ciberataques ya no son un problema técnico, sino una amenaza directa para la estabilidad financiera y reputacional de las empresas. Así lo advirtió Eikos, firma mexicana especializada en administración de riesgos, durante el seminario “Ciberseguridad y Seguros: Blindaje Financiero”.
El costo promedio global de una filtración de datos asciende actualmente a 4.88 millones de dólares, según cifras presentadas por la consultoría. En Estados Unidos, esta cifra llega a 10.22 millones y en el Medio Oriente a 7.29 millones. En Latinoamérica, el promedio es de 3.81 millones, con México y Brasil entre los países más atacados.
De acuerdo con el Global Threat Landscape Report 2025 de Fortinet, tan sólo en el primer semestre del año se registraron 374 mil millones de intentos de ciberataque, concentrados en Brasil (84%) y México (10.8%).
Un seguro que protege los activos invisibles
Pese al alto riesgo, menos del 1% de las empresas mexicanas tiene un seguro de ciberseguridad, según Veeam 2023. Esto las deja expuestas a pérdidas millonarias por interrupción del negocio, robo de datos o ransomware.
“Un seguro no elimina el riesgo, pero garantiza que la empresa pueda recuperarse y continuar operando. La diferencia entre una crisis y una recuperación está en la preparación”, explicó Eduardo Gutiérrez, socio-director de Eikos.
Las pólizas Cyber cubren activos digitales como información, reputación y continuidad operativa, mientras que las Crime protegen contra fraudes, transferencias ilícitas o robos internos y externos. “En muchos casos, ambos riesgos se combinan, por lo que las empresas deben tener los dos frentes cubiertos”, agregó.
Interrupción del negocio: el daño más costoso
El ransomware continúa siendo el ataque más común y costoso, y las aseguradoras ya trabajan con equipos forenses para validar amenazas y evitar pagos a grupos sancionados.
Gutiérrez subrayó que el daño más grave no es la pérdida de datos, sino la paralización del negocio, que puede dejar inactiva a una empresa durante semanas o meses.
México ocupa el lugar 68 en el Índice Global de Ciberseguridad de la UIT, lejos de Chile (76.67) y Brasil (71.67). “La región enfrenta una brecha de madurez digital. La ciberseguridad requiere inversión, cultura empresarial y seguros que garanticen resiliencia”, concluyó.