La Ciudad de México es una de las metrópolis más importantes de toda Latinoamérica. Con más de ocho millones de habitantes en toda la capital azteca, uno de los transportes más utilizados es el Metro, mismo que traslada a un gran número de ciudadanos todos los días. El cese de la limusina naranja, como popularmente se le suele decir, provoca que las personas se vean afectadas, pero ¿Los trabajadores siempre tienen la culpa?
La realidad es no, hay momentos en que los empleados se ven sobrepasados por situaciones especificas; tal como la decisión de un usuario de arrojarse a las vías. Pese a los esfuerzos de los conductores para evitar el deceso, hay momentos que es imposible frenar y el peor final sucede.
Al ocurrir lo antes planteado, los usuarios deben ser sacados de la estación para que personal especializado haga el levantamiento del cuerpo y puedan dar con la identidad del occiso. En las últimas horas miles de internadas comenzaron a difundir la grabación que muestra el momento en que una mujer le reclamó a un conductor por no avisar con tiempo que había arrollado a un usuario.
El operador se limitó a decir lo que había ocurrido, sin embargo la involucrada se alejó del lugar insultado al afectado, quien tuvo que presenciar uno de los momentos más complicados. Hasta el momento, la grabación del hecho suma miles de reproducciones en redes sociales, donde se pueden leer comentarios como “Lo que debe de estar pasando por la cabeza del conductor del metro y llega una más desquiciada”, “Todo intento suicida debe ser informado al menos 3 días hábiles antes de realizarse con el fin de evitar retrasos en el tránsito, de lo contrario se multará al cadáver o lo que quede del infractor” o " Las actitudes de la señora y el señor fueron incorrectas, la señora podría preguntar de forma amable de que le pudieran decir que fue lo sucedido si no estaba al tanto y el señor con actitudes groseras pero aún asi, el señor podría estar en shock y no anda en lo mejor”.