Un presunto fraude encendió las alarmas y la indignación en la capital de Nuevo León, luego de que un video viralizado en redes sociales exhibiera la supuesta elaboración de tortas de milanesa.
La vendedora utilizó un material no apto para el consumo humano. Lo que parecía un desayuno rápido y económico para los transeúntes del Centro de Monterrey resultó ser un engaño que comprometió la salud pública.
Medios locales confirmaron que la vendedora preparaba estas supuestas milanesas, en realidad, con capas de papel. Según reportes, la mujer empleó papel kraft para simular la carne, un insumo común de embalaje, o simplemente diversas capas de papel enrollado.
El procedimiento de engaño fue sofisticado. La técnica consistió en envolver y compactar las capas de papel para obtener un grosor similar al de una milanesa de pollo o res. La vendedora, posteriormente, sumergía este “sustituto” en huevo, cubría el papel con pan molido y, finalmente, lo freía en aceite caliente. El resultado imitaba de manera convincente la textura crujiente de una milanesa auténtica a la vista y al tacto.
Estos puestos callejeros se ubicaban estratégicamente en el Centro de la ciudad, ofreciendo las supuestas tortas de milanesa a un precio accesible de aproximadamente 30 pesos.
Este bajo costo, que atraía a la población trabajadora que buscaba una opción de desayuno o comida rápida, fue el indicativo de la práctica fraudulenta detrás del producto.
Plataformas digitales como Instagram difundieron ampliamente la revelación, lo que generó un debate masivo. Mientras algunos usuarios tomaron el tema con ironía, replicando el proceso como un reto viral, la preocupación de fondo fue seria.
La confirmación de que la vendedora introducía un material no comestible en la cadena de alimentos callejeros exigió una respuesta inmediata por parte de las autoridades de salubridad.
Tras el escándalo, la Secretaría de Salud de Nuevo León y los cuerpos de inspección municipal iniciaron operativos urgentes para localizar y sancionar a los responsables de esta práctica. Las autoridades buscaron proteger a los consumidores y restablecer la confianza en los puestos de comida rápida de la zona metropolitana.

