La Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal reveló que María Alejandra Lafuente Casco, la psicóloga que descuartizó a su esposo y abandonó sus restos por varios puntos de la ciudad, conoció a la víctima gracias a la hija de este, a quien le daba consultas psicológicas.
Lafuente Casco pidió a la hija de Allan Carrera que le presentara a su padre, pues quería conocerlo; la niña le presentó a su papá después de la tercer sesión.
Allan Carrera Cuéllar, era un hombre con dinero y sin trabajo, vivía de la venta de sus negocios de azulejos en el sur de la ciudad, se desconoce la procedencia de su fortuna, así lo dio a conocer Milenio.
De acuerdo a la PGJDF, la víctima sufría de depresión y era alcohólico. Dentro del expediente se señala que la hija presentó a su padre con Lafuente; pero la joven dejó de asistir a consulta al enterarse que su papá salía con su psicóloga.
Al mismo tiempo Carrera Cuellar asistía a consultas con Eduardo Lafuente Grimaldi, progenitor de la presunta culpable.
La hermana de la víctima, Margarita Carrera, declaró ante el MP que Allan presentó a Alejandra ante la familia como su prometida y al parecer estaba embarazada. Celebraron una boda en la que solamente asistieron los padres y los hijos de ella.
Una de las pistas que permitieron saber que Alejandra era quien estaba detrás de la desaparición de su marido fue la bitácora de los vigilantes de la Privada de Mariano Abasolo, ubicada en Tlalpan, donde el matrimonio vivía.
Los vigilantes anotaron el 5 de noviembre que Alejandra Lafuente llamó a la caseta para pedir ayuda a las 00:45 para subir una maleta roja a su camioneta.
