Los juegos de pretemporada están a punto de terminar en Europa y para el Everton el que jugó fue una ocasión especial. El pasado viernes en Goodison Park el club inglés recibió al Dinamo de Kiev en uno de los últimos partidos de pretemporada y el técnico azul, Frank Lampard, le dio a un aficionado un momento que va a guardar en su memoria toda su vida.
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Paul Stratton salió de las escaleras que dan a la cancha, por la ropa que traía puesta y su cara de asombro parecía que solo le habían permitido entrar y ver los vestidores incluso con el uniforme del club de sus amores pero para su sorpresa, el propio Lampard lo saluda, le ayuda a quitarse la playera de entrenamiento y parece darle un par de indicaciones.
Fue al minuto 61 que Dele Alli salió de cambio por Paul, aficionado del Everton que aprovechó su tiempo libre en el Ayuntamiento de la ciudad para viajar a Polonia y repartir suministros a la gente que, desafortunadamente, huye de la guerra en Ucrania. La acción no pasó por alto y a menera de homenaje, fue invitado al Partido por la Paz entre el cuadro inglés y el ucraniano para patear un penal.
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De forma poco ortodoxa pateó la pelota desde el punto penal y acto seguido fue a festejar el tanto con la afición en la grada, segundos después algunos jugadores lo acompañaron en el festejo. Aficionados presentes en el estadio se unieron con aplausos al enorme gesto de Paul y por supuesto, a su equipo que regaló una noche en ensueño.
