La tensión en el seno de Red Bull Racing parece no cesar, después de que una declaración que encendió lel debate en redes sociales, cuando Xavi Martos, preparador físico de Sergio “Checo” Pérez y una de sus figuras más cercanas,alzó la voz de manera contundente, exigiendo a la escudería de las bebidas energéticas que pida perdón al piloto mexicano.
Xavi Martos defiende a Checo Pérez
Esta afirmación, cargada de peso y significado, sugiere un malestar profundo dentro del entorno de Pérez por la percepción de un trato desigual o decisiones que han afectado su desempeño.
Martos no se guardó nada, criticó la forma en que se manejó la comunicación y el trato hacia Checo: “Uno presupone que grandes equipos o gente muy inteligente lo hace todo bien”, señaló, para luego añadir: “Decían Sergio Pérez, ahora tiene mucha presión, necesita un psicólogo’, yo les dije: ‘el psicólogo lo necesitan ustedes. Necesitan a alguien que les enseñe cómo comunicarse con Checo para sacar lo mejor de él’”.
Estas palabras, surgidas del círculo más íntimo del tapatío, resuenan en un momento crucial de la temporada 2025.
La crítica de Martos se extiende a figuras como Helmut Marko, “Tampoco ayuda, a mí no me sirve de nada un Helmut Marko que habla como habla, con faltas de respeto y subidas de tono. Creo que ya es inadmisible. No se vale, sea quien seas, las faltas de respeto constantes”, sentenció.
“No porque seas un gran equipo eres más profesional. RB es un gran equipo, pero no quiere decir que todas las personas que trabajen ahí hayan actuado bien”, continuó Martos, desmintiendo la idea de que la grandeza de una escudería garantiza un comportamiento impecable de todos sus miembros.
La exigencia de una disculpa no es una cuestión menor en el altamente competitivo mundo de la Fórmula 1, implica un reconocimiento de errores o de una posible falta de consideración que habría afectado la moral y la confianza de Pérez: “El mundo entero lo ha visto, y si alguien tiene que pedir perdón creo que es RB, pero no sólo a Checo, sino a toda la gente que estamos alrededor, por no ser más honestos en la manera de comunicar este tema”, concluyó Martos.
Esta revelación arrojó una sombra más sobre la armonía interna de Red Bull, un equipo que busca la perfección para dominar la F1.
El llamado a la disculpa pone a la escudería en una posición delicada, obligándola a gestionar no solo el rendimiento en pista, sino también las relaciones humanas y la percepción de equidad entre sus pilotos.