El 10 de marzo de 1953 Irma Dorantes y Pedro Infante oficializaron su relación tras dos años de noviazgo y luego de tantos traspiés.
A pesar de que ambos decidieron realizar una ceremonia en íntimo y alejada de la Ciudad de México, se esmeraron en cada detalle de la celebración.
Cuando inició el polémico romance, la actriz tan solo tenía 16 años. Sin embargo, en la actualidad recuerda a la perfección cómo se prepararon para la boda.
El Ídolo de México le propuso matrimonio a Dorantes cuando ella ya había cumplido los 19 años; incluso la actriz aún conserva el especial anillo de compromiso que le dio el actor en presencia de sus padres.
Según Irma, Infante le dio mil pesos para que comprara el vestido, alrededor de 11 mil pesos mexicanos.
Sin embargo, ella decidió administrar bien el dinero y usarlo para comprar otras cosas. Finalmente pagó 400 pesos, unos 4 mil pesos en la actualidad por el vestido de novia. Además, compró un abanico para soportar el ambiente tropical en donde celebrarían su unión y éste le costó 49 pesos, aproximadamente 500 pesos.
Por otro lado, consiguió los zapatos para su boda en 60 pesos, monto que hoy alcanza los 700 pesos mexicanos.
En total gastó alrededor de lo que serían 16 mil 200 pesos en la actualidad. Sin embargo, con todo y eso no se agotó la totalidad de lo que le dio Infante, así que se compró dulces, chocolates y hasta revistas.
El vestido de la actriz se llevó la mirada de los presentes por su originalidad y elegancia. Era de corte francés y cuello cerrado, pero con pequeños detalles en transparencias. Al igual que el novio, Irma llegó vestida de blanco.
Con tan solo 15 invitados, Irma Dorantes y Pedro Infante sellaron su amor con una pequeña e íntima ceremonia. Sin embargo, los padres del Ídolo de México no estuvieron presentes.
Debido a la rapidez de la organización, la pareja se casó sin anillos de matrimonio, ya que los joyeros no llegaron a tiempo con la fecha. También por esa razón muchos no lograron asistir a la boda.
Luego de celebrar la emotiva celebración, la pareja partió hacia su luna de miel en Cozumel, lugar en el que celebraron finalmente su unión. Después de cuatro noches se fueron a Veracruz durante dos días, pero las vacaciones terminaron cuando su boda inició un revuelo en la Ciudad de México y tuvieron que volver.
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