Esmeralda Pimentel se convirtió en una de las intérpretes más populares de los melodramas mexicanos. Gracias a su innegable talento se ganó el corazón de los televidentes con numerosos personajes que aún en la actualidad recuerdan con cariño.
A pesar del gran éxito que alcanzó la protagonista de “Enamorándome de Ramón” en la pantalla chica, reconoció que no se sentía como debería, lo que activó una alarma que la motivó a dar un vuelco en su carrera.
A través del podcast “Encubierto” del actor Juan Colucho, la actriz se abrió con la audiencia y confesó cómo se sentía durante su paso por Televisa, pese al prometedor futuro que tenía en puerta.
“De ahí (su primera telenovela) me empezaron a hablar a otra y otra y otra y otra y siento que empecé a entrar en este camino en el que ya ni siquiera decides […] empiezas a entrar como en una corriente que te empieza a arrastrar en la que yo dejé de cuestionarme las cosas o el para qué o porqué”, comentó.
En 2018, Esmeralda Pimentel decidió terminar la exclusividad con la televisora San Ángel y buscar un nuevo rumbo lejos de aquello que la llevó al estrellato.
Durante la conversación con el actor habló sobre a aquella fuerte decisión que tomó tras finalizar las grabaciones de “La bella y las bestias”-su último proyecto en Televisa-.
“Hay algo de esto que me han dicho que se supone que es el éxito, que la gente reconoce mi trabajo, que ya me puedo mantener por mí misma, tengo la capacidad económicamente de ayudar a mi familia, estoy haciendo lo que amo se supone y ¿por qué no estoy feliz?, ¿por qué no me siento dichosa?”, se cuestionó en ese momento.
La actriz mexicana llegó a sentirse “malagradecida” por no disfrutar la soñada etapa que estaba viviendo pero que simplemente no la llenaba.
“Era porque había una parte de mí, como mi artista, que dejé atrás por entrar como en este sistema de producir, producir, producir en el que me olvidé de mi voz y de mi intuición como artista y estaba haciendo cosas que no me convencían y que no me llenaban pero que me traían ciertos beneficios”, expresó Esmeralda.
Aunque probablemente para muchos es una meta conseguir lo que hasta ese momento ella había alcanzado, admitió sentirse feliz cuando dejó de trabajar en telenovelas.
“Yo estaba muy clara que no quería seguir contando esas historias, empecé a sospechar de que estaba perdiendo la capacidad creativa de poder contarlas, como que decía ‘a ver si salgo y me llego a quedar en una audición de una película o de una serie, ¿voy a tener la capacidad como actriz, como artista, de crear un personaje así de complejo?”, mencionó.
Durante la conversación Esmeralda comentó que el trabajo dentro de los melodramas es realmente demandante, así que llegó el punto en el que no le quedaba tiempo ni para ella misma.
“Ya no tenía tiempo de leer, de ir al teatro, de ver cine, ya no me estaba cultivando, ya todo era trabajar, trabajar, trabajar y cuando lo dejé fui muy feliz”, agregó la actriz.
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