La banda argentina El Mató a un Policía Motorizado está de regreso a México para traer de vuelta su energía al escenario con Vacaciones Raras Tour, que los llevará a otras partes del mundo como España, Francia, Chile y Colombia. Durante una entrevista previa a su viaje a México, Santiago nos compartió lo que implica este regreso, tanto en la parte laboral como en el estado anímico de los integrantes.
Ahora llegan al país para presentar Unas vacaciones raras (LP 2021), que formó parte de la banda sonora de la serie Okupas.
“Hay que volver a vivir la experiencia que nos nutre de una manera irremplazable, hay que disfrutar la satisfacción de volver a vivir la música en vivo sabiendo que después no sabemos lo que pueda pasar en el futuro, entonces disfrutar el presente con todo nuestro cuerpo, nuestra mente y nuestra atención”.
— Santiago, bajo y voz.
¿Cómo va la banda en este regreso a México luego de este paro obligado?
— Fueron dos años que no tocamos con público y eso nunca había pasado en nuestra historia, lo máximo que habíamos estado sin tocar era… yo creo que dos meses, dos meses y algo cuando mucho. En eso, que tocábamos cada muy poco últimamente, de un mes, un mes y medio, ese regreso era muy intenso, como que había una cosa acumulada que se renovaba y que impactaba nuestro entusiasmo. El nervio de volver a salir al escenario después de tanto tiempo, entrar en ritmo, pero la verdad fue para nosotros una noche muy especial, inolvidable.
Un reencuentro prolongado después de un espacio de mucho tiempo y en paralelo, nosotros un poco más tranquilos, entrando en ritmo, coordinando bien cada elemento de la puesta en escena y nosotros ejecutando nuestras canciones. Eso me gusta porque ahora llegamos a México afilados, con la temporada comenzada, entonces es una noticia positiva para el público mexicano. Van a encontrarnos en buena forma (risas).
Eso indica que tienen buena salud musical.
— Exactamente, es como los jugadores de futbol, que arrancan el año un poco duros y entran ya en calor conforme van pasando los partidos, se conocen mejor con los compañeros, su estado físico está óptimo; así que yo creo que promediando marzo vamos a estar en ese punto. Incluso después, mucho tiempo después, empieza a haber como un cansancio; en marzo va a ser el punto justo porque ya vamos a estar en ritmo, con el entusiasmo en el nivel máximo y con la alegría de poder concretar estas fechas que se fueron postergando, porque se anunciaron antes de la pandemia y no se pudieron concretar.
A lo largo de esta historia en la música, siempre han defendido su estilo a pese al boom de tener más cantidad que calidad, ¿cómo ven este panorama?
— Lo veo mal, veo que hay una importancia de un montón de cuestiones superficiales que entiendo por qué suceden. Nos llama la atención, nos distrae rápidamente el estar pendiente de las reproducciones, de los likes, de los comentarios, de algo que está más allá de la esencia del porqué hacemos todo esto y nos llama la atención porque lo tenemos muy fácilmente, porque cuando lo tenemos lo disfrutamos, porque cuando nos faltan los likes algo nos falta y es normal, yo lo entiendo. Ahora, hay que hacer un ejercicio de cotidiano para ir en contra de estas tendencias que son fáciles, pero no son necesarias.
Son fáciles, nos generan tensión, algo nos mueve, pero de manera fácil y directa, no son las cosas importantes del por qué un grupo de chicos o chicas se juntan a hacer canciones y hacer arte… ¿De qué hablamos cuando hablamos de arte? ¿De qué hablamos cuando hablamos de poesía, de formas, de mensaje, de hacer algo que sacuda la cabeza del otro y no que lo mantenga en la dinámica en la que estamos acostumbrados todos haciendo exactamente lo mismo? Metiéndonos a las mismas aplicaciones, visitando las mismas páginas; algo que te sacuda, que te saque del día a día, de lo cotidiano, de lo monótono.
Y obviamente sin renegar en esta era de las comunicaciones que no voy a negar su beneficio para todos a la hora de promocionar una fecha, un concierto o un encuentro, pero si hacer el ejercicio de que siempre hay que tratar de estar en un estado paralelo y en cada acción, en cada mensaje, en cada noticia ponerle esa otra mirada que está cuando haces el ejercicio creativo de composición. Entonces es un desafío, yo entiendo que todo esto es nuevo, que lo estamos procesando, que el arte siempre de alguna manera se abre su propio camino, pero a veces hay que estar alerta porque estos caminos fáciles son atractivos, pero yo no me muevo así, es muy superficial y muy descartable.
Además con la tecnología ya no hay barreras, ni en lo territorial, ni en el lenguaje.
— Por suerte, nuestras canciones gustan mucho y eso permite que nos inviten a recorrer el mundo. Las canciones conectan con la gente de diferentes partes del mundo, a pesar de estar en español, han conectado con personas, comunidades, ciudades y países donde hablan otro idioma. Eso es difícil de lograr, pero algo sucede con la música que hacemos y eso nos lleva a vivir estas aventuras. Este año de verdad vamos a estar por muchas partes del mundo, vamos a tocar en festivales muy reconocidos, vamos a tocar en Estados Unidos en el Primavera Sound, vamos a estar en el Primavera Sound de Barcelona, en diferentes ciudades de Europa: París, Berlín, Dublín.
Para nosotros es algo increíble, nosotros arrancamos esto sin ninguna ambición y de repente estamos viviendo una vida que disfrutamos un montón, que no pensamos que íbamos a vivir y que nos hace muy felices.
¿Qué tienes en la libreta de pendientes?
— Tengo el sueño de tocar aunque sea una vez en cada continente y nos falta tocar en Asia, en Oceanía y en África. En África tocamos en las Islas Canarias en un festival, que técnicamente es parte de África, pero estaría bueno tocar en la parte más de corazón. Es complicado, está fuera como de ese circuito al cual suelen tocar las bandas como nosotros, pero es un desafío divertido, romper con ese circuito, ir en búsqueda de la aventura y tratar de lograr nuestro cometido.
¿Cómo influye el entorno social, político, económico en sus canciones?
— Somos atentos a la realidad del día a día; primero que nada a la realidad de nuestro país, que es muy compleja, que vive en estado de crisis cíclica, tiene temporadas buenas y después viene el derrumbe, parece ser un patrón que se repite con el tiempo y somos sensibles a esa realidad, obviamente nos afecta porque somos parte de la sociedad. Entendemos que somos privilegiados frente a aquellos marginales temas que están en condiciones deplorables, en las peores condiciones. En un país tan rico como Argentina, tan amplio, tan lleno de recursos, es difícil de asimilar vivir esa desigualdad.
La banda nació en el año 2002, un año después de la crisis del 2001 en Argentina que partió al país al medio social y económicamente y podría decir que este proyecto nos salvó y que nació de un lugar muy real porque no era vivir de la música, era un país totalmente fundido. La última idea buena era tener una banda de música, era una pérdida de tiempo en los conceptos del capitalismo, pero nos salvó y nos dedicamos a eso porque nos salía del corazón, porque lo queríamos hacer, porque las cosas te salvan más allá de lo económico.
Así nació la banda, así que a partir de esa concepción, todas estas realidades son nuevos niveles de esa dificultad; siempre estuvimos en la dificultad sorteando dificultades y todas estas son nuevas. Hay que entender que el mundo es así, es una sucesión de dificultades, también es hermoso, pero la dificultad no nos vence, es parte de nuestra cotidianidad.
Gira por México
Ciudad de México. 31 de marzo, Teatro Metropólitan.
Guadalajara. 1 de abril, Teatro Diana.
Monterrey. 2 de abril, Festival Tecate Pa’l Norte.