Un niño de seis años fue violado por tres de sus compañeros en una escuela ubicada en Irapuato, Guanajuato. Los tres menores eran un año mayor que la víctima.
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Lo hechos ocurrieron cuando el grupo encerró al estudiante en un baño de la primaria José María Martínez Ortega, para posteriormente abusar sexualmente de él.
La madre del niño mencionó darse cuenta de lo ocurrido ya que cuando llegó a la escuela, su hijo tenía todas su prendas al revés, incluyendo su ropa interior. También afirmó que el menor le relató lo sucedido. Tras lo ocurrido, la progenitora de la víctima optó por acudir a la Fiscalía General del Estado de Guanajuato para levantar la denuncia correspondiente.
La mujer que padece un trastorno del habla y no sabe leer y escribir, tuvo que regresar a las instalaciones educativas para obtener los nombres de los presuntos agresores, ya que fue lo que le solicitó la persona que la atendió.
Al acudir a la primaria, la directora de la escuela, Alma Delia Vargas Castro, se negó a proporcionar los nombres de los niños involucrados en la violación, asimismo, minimizó el hecho ocurrido por los menores , y negó una atención a la víctima, quien avisó de los hechos a su maestra.
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La directora le ofreció una despensa y una beca a la mujer indígena para compensar lo ocurrido con el menor; quien acudió al plantel en compañía de su madre, abuela de la víctima, ante la nula respuesta de las autoridades.
Tras la negligencia de la directora de la primaria, las dos mujeres se manifestaron al exterior del plantel para informar de lo ocurrido, por lo cual las madres de familia descubrieron los hechos y exigieron a las autoridades investigar el incidente.
La Secretaría de Educación de Guanajuato acudió al lugar para entablar una conversación con la madre de la víctima, quien fue obligada a mencionar que estaba siendo apoyada y tratada de una forma respetuosa.
A la escuela primaria también llegaron agentes de la Fiscalía de Guanajuato para realizar las diligencias necesarias para el esclarecimiento de los hechos, donde se citó a la directora, mientras que la madre del menor también llegó al lugar para supervisar los avances en las indagaciones.
