Si hay algo que caracteriza a Kany García es que siempre sorprende a su público en cada presentación, ninguna es igual a la anterior y eso queda demostrado en cada concierto que finaliza.
Durante su tour “El amor que merecemos”, título de su octavo álbum, la artista de 40 años le ha entregado todo su amor y talento al público que apuesta por verla.
Este fin de semana la cantante se presentó en Querétaro y entre ovaciones y elogio su público la recibió. Los aplausos se intensificaron cuando la cantautora habló de la inclusión, pidió respeto y tolerancia a los grupos de la comunidad LGTB+.
Una de las canciones con las que puso a vibrar el auditorio fue “Bailemos un Blue”, tema con el que dijo que “aún hay tantos caminos por hacer. Esta es una canción que sí se trata de bailar, pero se trata de bailar en pro de abrazar de sentir realmente que al final de camino todos somos hermanas y hermanos, y aunque somos diferentes, no hay nada más lindo que la diversidad”, expresó la famosa.
La noche estuvo llena de sorpresas, no sólo para el público, Kany García también fu sorprendida por una fan quien se tatuó el rostro de la famosa en su antebrazo pidiéndole a la artista que se lo autografiara porque era un sueño para ella.
El video fue compartido por la puertorriqueña a través de su cuenta de Instagram que cuenta con un millón 500 mil seguidores.
La fanática logró que el autógrafo de García quedara grabado en su piel, explotó en llanto al recibir un abrazo de la también entrenadora en el concursos de ‘La Voz Kids’
Otro de los emotivos momentos de la noche en Querétaro fue cuando interpretó “Confieso” tema que compuso en honor a su padre, Antonio García, quien falleció tras perder su lucha contra el cáncer de páncreas.
Recientemente Kany recordó que escribió esta letra como forma de catarsis, sin pensar que la canción iba a convertirse en uno de sus más grandes éxitos, aunque le costó mucho grabarla porque cada vez que lo intentaba se entristeció.
“Decidí hacerla y grabarla y con el paso de los años se convirtió en una canción de la gente. Con la pandemia sí pasó mucho que empezaron a cantarla en los conciertos y me sorprendió porque no fue sencillo. Es bonito eso porque la gente comparte la alegrías de las canciones, pero en estas canciones, que vienen muy del corazón, cuando se comparte ese dolor se hace más pequeño de alguna forma”, dijo la artista.