Las producciones de películas y series en México buscan presentar una realidad amplia, historias diferentes, disímiles, pero si el narco es parte de la realidad, también se tiene que contar, explica Carolina Leconte, vicepresidenta de Contenido para Netflix en el país.
En un encuentro con la prensa, ejecutivos y creativos de la empresa de entretenimiento resaltan que así como no todo es melodrama o comedia en el streaming, tampoco todo es narcotráfico y violencia en las series en México, sino que la empresa lo que busca es encontrar las historias que conecten con la audiencia.
Luego de una oleada de series, películas y otras producciones centradas en el narcotráfico y la violencia en las pantallas mexicanas que pusieron el tema bajo el escrutinio del poder político, Netflix México asegura que marca una diferencia y por eso resalta que viene una oleada de producciones hechas en México que confían sean del gusto del público, reflejando personajes entrañables que atrapen a los espectadores.
Carolina Leconte, vicepresidenta de Contenido para la plataforma en el país, fue tajante: “No todo es policías corruptos, no todo mundo es narco, no todo el mundo es drogadicto. Somos un montón de buenas personas, y ¿por qué no hablamos también de la dignidad, de la mexicanidad, de todas esas cosas?”.
No obstante, la ejecutiva reconoció que si una historia requiere abordar temas vinculados al narcotráfico, se hará, pero siempre desde una óptica crítica, sin glorificar la violencia.
Leconte refrendó la línea ética de la compañía en un contexto donde el gobierno federal endureció su postura frente a los contenidos que exaltan la narcocultura, “no queremos ocultar pedazos de México, no queremos hacer apología del delito”.

Este enfoque cobra especial relevancia luego de los reiterados llamados de la presidenta Claudia Sheinbaum para evitar glorificar a los criminales y la narcocultura.
E incluso Morena impulsa una iniciativa en el Congreso para sancionar la apología del delito en producciones culturales y mediáticas.
En ese contexto, Leconte abogó por una representación más digna y diversa del país.
Citó como ejemplo la película Contraataque, que rompe con los moldes convencionales al mostrar a “millones de seres humanos maravillosos” que trabajan en instituciones como la policía o el Ejército desde la honestidad y el compromiso.
Fortalecimiento de la industria
Para Netflix, el desarrollo es una etapa clave. A unos días de que se anunció una inversión millonaria de la empresa en México para realizar sus producciones, la compañía confirma su apuesta por el desarrollo como una etapa clave, acercando tecnología, consultores y recursos a los equipos creativos para elevar la calidad desde el primer borrador.
Refiere que esta estrategia ha sido probada con producciones recientes como Accidente, El secreto del río y Celda 211, que lograron posicionarse en el Top 10 global.
“Estamos invirtiendo aún más recursos y esfuerzos en la fase de desarrollo, porque hemos visto que dedicar más tiempo a esta etapa trae beneficios tanto para los creadores como para las audiencias”, precisó Carolina Leconte.
Además de las series mencionadas, Netflix confirmó títulos próximos a estrenarse en 2025 como Serpientes y escaleras, Las muertas, Me late que sí, Los gringo hunters, Pecados inconfesables y Nadie nos vio partir.
Todas ellas producidas en diferentes estados del país, generando un impacto económico directo en comunidades locales y fortaleciendo el ecosistema audiovisual mexicano.
Y además de mostrar a México, la apuesta de la empresa de streaming es contar historias desde la dignidad, sin dejar de ser veraces ni relevantes.
“Hay un montón de gente buena que tiene que salir adelante y somos muchos andando desde ese lado bondadoso y digno en este país”, remató Leconte.
Nuevas historias mexicanas
Esta postura de Netflix se confirma con las nuevas producciones que llegarán a la pantalla de sus suscriptores, que reflejan una apuesta clara por ampliar el espectro de narrativas y fortalecer a los creadores locales.
Entre los nuevos títulos destacan:
- Santita, dirigida por Rodrigo García y protagonizada por Paulina Dávila y Gael García Bernal.
Al respecto, Gerardo Gatica, productor ejecutivo, destacó la importancia del acompañamiento creativo de Netflix: “Nos permite entender a personajes que tienen historias de vida muy específicas y desarrollar contenidos que lleguen a todas las audiencias”.

- Amor de oficina, comedia romántica escrita y producida por Carolina Rivera (creadora de Madre solo hay 2), que contará con Diego Klein y Ana González Bello.
Rivera enfatizó el valor del trabajo previo a la grabación: “Las pruebas de tono y el desarrollo profundo del guion nos permitieron llegar al set con una visión clara”.
- No tengo miedo, adaptación de la novela del italiano Niccolò Ammaniti, que será dirigida por Ernesto Contreras, con un elenco encabezado por Luis Alberti, Fátima Molina, Yoshira Escárrega, Humberto Busto y Leidi Gutiérrez.
Esta serie apuesta por llevar una historia universal a un contexto que resuene en el público mexicano.
- Los corruptores, basada en la novela de Jorge Zepeda Patterson, explora las tramas de poder, corrupción y justicia en México.
Con actores como Michel Brown, Zuria Vega y Raúl Briones, la producción inició su rodaje precisamente esta semana.

Billy Rovzar, productor ejecutivo, reflexionó sobre el renacer de la industria tras la pandemia y el rol clave de Netflix como impulsor del talento: “Entre más tiempo y dinero le demos a la escritura, vamos a tener más escritores con oficio y rigor”.
- Mal de amores, esperada adaptación de la novela de Ángeles Mastretta, es dirigida por su hija, Catalina Aguilar Mastretta.
Ambientada durante la Revolución Mexicana, sigue la historia de Emilia Sauri, una mujer que desafía las convenciones de su tiempo y lucha por sus convicciones personales y emocionales.