Soy Frankelda marca un hito en la historia del cine nacional: es el primer largometraje animado en técnica stop-motion producido completamente en México, dirigido por Roy y Arturo Ambriz.
La cinta, de 113 minutos de duración y hablada en español, fue terminada en 2025 y realizada en su totalidad en la Ciudad de México.
Este viernes, Soy Frankelda inaugura oficialmente el Festival Internacional de Cine de Guadalajara (FICG40). Será la primera vez que se proyecte ante una audiencia, y aunque el equipo detrás del proyecto la conoce de memoria, hay emoción y nerviosismo ante esta presentación. Algunos de los artistas que participaron ni siquiera han visto aún la versión final.
Ambientada en el siglo XIX, la historia sigue a Frankelda, una escritora brillante cuyos relatos oscuros son ignorados y desechados por su entorno. Aunque muchos intentan silenciarla, ella se niega a dejar de escribir. Cuando cae en su subconsciente, los monstruos que creó cobran vida, y junto al atormentado príncipe Herneval —quien vive atrapado entre los sueños y las pesadillas— deberá restaurar el equilibrio entre la ficción y la realidad antes de que ambas dimensiones colapsen. A medida que su vínculo se fortalece, también se convierte en su debilidad, y Frankelda tendrá que enfrentarse a un amor que desafía las leyes de la existencia para recuperar su poder como narradora y evitar que la oscuridad consuma su imaginación.
Después de más de dos años y medio de trabajo intenso y colaborativo, los directores describen la experiencia como un milagro hecho realidad. La película fue producida con recursos limitados, financiada en gran parte con los ahorros personales del estudio Cinema Fantasma y el apoyo de familiares, amigos y una comunidad de artistas que apostó por el proyecto desde el inicio.
En total, cerca de 200 personas participaron en la realización, aunque aproximadamente 140 trabajaron de forma directa durante al menos un año.
Frankelda, la protagonista, representa mucho más que un personaje ficticio: es una extensión de sus creadores, una especie de alter ego que canaliza todas las frustraciones, sueños y obstáculos que han enfrentado como artistas independientes en México.
“Hemos tenido que sacrificar muchas cosas para llegar aquí”, compartió Roy. “Y esperamos que Frankelda inspire a todos los creativos del país que luchan por contar sus propias historias”, añadió Arturo.
El proceso de creación fue desafiante. La parte más sencilla y disfrutable, recuerdan, fue diseñar a los personajes, colocarlos frente a la cámara y ver cómo cobraban vida. Lo más difícil, en cambio, fue lidiar con la constante escasez de recursos. El financiamiento fue una lucha constante, y muchas veces se vieron obligados a tomar decisiones extremas para seguir adelante. Aun así, nunca dejaron de avanzar.
Aunque han buscado apoyo institucional, la experiencia ha sido limitada. Aplicaron a más de 15 convocatorias sin obtener resultados, salvo un cash rebate del gobierno de Jalisco que ayudó en la postproducción.
Apoyo de Guillermo del Toro
Afortunadamente, en la etapa final contaron con la mentoría de Guillermo del Toro, quien los ha acompañado de cerca guiando decisiones clave en el lanzamiento. Gracias a su respaldo, el estreno se perfila como un evento masivo y con potencial de marcar un parteaguas en la animación latinoamericana.
“Creo que ha sido casi el mismo reto hacerla que posicionarla. Lo bueno es que quien nos ha guiado en este último proceso ha sido Guillermo del Toro, que es nuestro mentor. Él nos ha ayudado a escribir la tal, marcar la tal, váyanse por aquí, váyanse por allá, decidan esto, decidan, ustedes decidan, tomen las decisiones y gracias a él se está orquestando algo muy padre”, contó Roy Ambriz.
Los directores revelaron que viene algo importante de la mano con Guillermo del Toro.
“Todavía no puedo revelar muchas sorpresas, pero se viene en grande, se viene de forma masiva y pues esperamos que esta producción sea un parteaguas para la animación de México y de toda Latinoamérica, que ayude a abrir muchas puertas a nosotros, pero también a todos los artistas que quieren contar historias complicadas”.
Visualmente, Soy Frankelda es un festín de detalles. La marioneta de Frankelda fue elaborada por unas 20 personas, desde la fabricación del esqueleto interno hasta el diseño de su vestuario, cabello y pintura. Mireia Mendoza, quien da voz al personaje, también fue esencial para darle vida.
Según sus creadores, no es necesario haber visto la serie previa para disfrutar la película, aunque los fans encontrarán guiños y subtextos que enriquecerán la experiencia.
La cinta combina elementos de misterio, humor y fantasía oscura, y está hecha con amor, talento y muchísima dedicación.
“Creemos que va a conectar con el público. Apenas estamos comenzando, pero gracias al festival y al apoyo de tanta gente, lo hacemos con el pie derecho. Esperamos que esta película no solo sea vista, sino que también abra puertas para nuevas voces y nuevos mundos por contar”.
Hora y lugar del estreno en Guadalajara
6 de junio a las 20:00 horas en el Auditorio Telmex.
