Entretenimiento

Vivir Quintana en su momento más poderoso: “cantar para no callar”

En entrevista con Publimetro, compartió el poder de la música como resistencia y el emotivo significado de su próximo concierto del 9 de octubre

Entrevista con la cantautora
Vivir Quintana entre su lucha y su manera de relajarse con la música (Foto: Cortesía)

Vivir Quintana se ha convertido en una de las voces más poderosas y necesarias de la música mexicana contemporánea. Su carrera ha logrado entrelazar con fuerza el arte y la lucha social, particularmente al visibilizar las violencias contra las mujeres a través de himnos como Canción sin miedo.

La cantautora mexicana ha ido a Europa y América Latina con Fuimos Todas Tour 2025, un recorrido sonoro con historias de lucha, amor y memoria.

En entrevista con Publimetro, Vivir compartió el poder de la música como resistencia y el emotivo significado de su próximo concierto en CDMX.

<i>“Será un show muy especial, no solo por el nuevo álbum que voy a presentar, sino por todo lo que hay alrededor. Yo creo que ella (abuela) estará muy feliz, desde donde esté su energía. Se lo voy a dedicar completamente a ella y a todas las mujeres que han luchado para que yo pueda llegar a ese teatro. Incluida Esperanza Iris”.</i>

—  Vivir Quintana

También dio su opinión sobre la censura que viven los corridos en el regional mexicano, y otros detalles que dieron una idea de quién es Vivir Quintana.

¿Cómo te sientes al presentar por primera vez tu nuevo álbum en la Ciudad de México dentro de esta gira tan significativa?

— Me emociona muchísimo tener este Teatro de la Ciudad en octubre. Aparte, es una fecha muy importante para mí. Creo que es la primera vez que lo digo en una entrevista, pero el 9 de octubre cumple años mi abuela materna, esa abuela a la que no dejaban cantar cuando era niña ni cuando era joven, porque decían que las mujeres no podían cantar. Entonces, cuando me dicen “oye, la fecha va a ser el 9 de octubre”, se me hizo muy significativo, porque traigo esta idea de hacer honor y homenaje a nuestras ancestras, a las mujeres que han luchado. Es un aliciente para que sea un show muy bonito, muy emotivo, lleno de fiesta para cantar. Voy a llevar a toda mi banda, que eso a mí me prende muchísimo, porque todas y cada una de ellas son súper talentosas.

Entrevista con la cantautora
Vivir Quintana entre su lucha y su manera de relajarse con la música (Foto: Cortesía)

¿Qué significa para ti este momento en tu carrera y en tu vida personal?

— Creo que es una oportunidad, no nada más para que la gente pueda escuchar, sino para que sean parte de esta brújula que siempre ha guiado mi proyecto. Me importa mucho que el público salga del show diciendo: “¡Qué bueno que vine! Qué bueno que viajé, que compré este boleto”. Quiero ofrecerles una experiencia bonita, que valga la pena.

¿Cómo descubriste que la música podía ser no solo arte, sino también una forma de resistencia?

— Lo fui descubriendo poco a poco. Tuve la fortuna de crecer con un papá y una mamá con una conciencia social y una civilidad fuerte. Son profesores jubilados, y desde niña me inculcaron que no toda la gente tiene la misma realidad ni las mismas oportunidades. Vi cómo trataban —en su rubro, la educación— de hacer las cosas más justas para niñas y niños. Ellos me sembraron la semilla de entender que, si tienes talento o herramientas, puedes ponerlos al servicio de una causa. Para mí, esas herramientas fueron la música.

Entonces, fui entendiendo que además de escribir canciones de amor o desamor —y de las historias que me cuentan mis amigas, que luego se descubren en ellas—, también puedo contar cosas importantes del contexto social en el que vivo. Me di cuenta de que quería seguir cantando y usando mi voz y mi guitarra para compartir mensajes necesarios, sobre todo de mujeres.

¿Cuál fue la canción más difícil de escribir en este nuevo álbum Cosas que sorprenden a la audiencia y por qué?

— La número uno: Era Él, Era Yo. Platiqué varias veces con la compañera que es protagonista de este corrido. Su historia me desquebrajaba muchísimo, porque fue un caso muy sonado. Después ella ya no quiso hablar del tema y perdimos comunicación. Yo me preocupé por ella, por no saber qué había pasado. Luego me dijo que solo había perdido su teléfono. Finalmente le dije: “Oye, ya terminé tu canción y te la quiero enseñar”. Fue muy difícil escribirla por el dolor que implica, pero también por el cariño y respeto que le tengo.

¿Cómo fue el proceso para componer una de las canciones más emotivas del disco?

— Bueno, fui a su casa, nos vimos, hice un vínculo bonito con ella y con su hijo, un chico, un chiquito como de seis, siete años, precioso. Estuvimos platicando mucho tiempo y fue muy fuerte conocerla muy de cerca, conocer a su hijo y conocer a su familia. Después plasmarlo en la canción… se me hacía un nudo, ¿sabes?, cada vez que estaba por hacerla o por terminarla.

El día que la terminé y fui a enseñársela, pues se nos hizo el nudo a las dos. Pero también fue entender que ella no es solamente el episodio que le pasó en su vida, sino que hay más. Justamente esa canción termina diciendo: “del pasado no vive el futuro, mi futuro es la voz de mi hijo diciendo mamá.” Y ahí las dos estábamos… bueno, pues en el llanto. Creo que esa es una de las canciones que más me ha costado, no creativamente, sino emocionalmente.

Si tuvieras que describir este momento de tu vida con una estrofa, ¿cómo sonaría?

— Pues creo que diría que la valentía se agarra por medio de la música. La música me ayuda a compartir, pero también a sanar. Y lo que dije hace ratito: yo canto con todas, no por todas.

Además de cantar al amor y desamor, también generas conversación tras cada concierto. ¿Qué significa eso para ti?

— Es una responsabilidad, pero también un privilegio. Cada vez que alguien se acerca después de un concierto y me dice que una canción le dio fuerza o que se sintió acompañada, entiendo que el arte puede sanar, que la música puede ser un refugio, pero también un acto de denuncia. Ese es el motor para seguir.

A pesar de todo, sigues en la lucha, sigues motivada. Eso se nota en tu voz.

— Sí, estoy motivada porque quiero que la gente entienda que también desde el gozo, desde la alegría y desde la música se resiste. En momentos tan difíciles como los que estamos pasando en México, hay que recordar que la música no solo es para liberarnos, sino también para crear conciencia. Y que cuando estamos despiertas y despiertos para entender eso, la empatía llega. Y creo que en estos momentos necesitamos mucha música que nos alimente la empatía.

Playlist de Vivir Quintana

“Escucho de todo. Hay días que me levanto y pongo a Karol G a todo volumen, sobre todo en las mañanas cuando me estoy arreglando o saliendo a hacer mis actividades. Tengo una bocinita por ahí, pero en la estancia de mi casa —que también es tu casa— tengo un estéreo con tornamesa. Cuando tengo más tiempo, pongo un vinil y prendo las bocinas", reveló.

Para luego añadir, “Ahorita estoy escuchando mucho a cantautoras. No solo mexicanas. Escucho a Valeria Castro, que es española, y a dos mexicanas: Seiva Cuicani, que es una rapera que me encanta, y Nidia Barajas, a quien si puedo, hoy mismo iré a ver cantar en la tarde-noche. La admiro muchísimo y me gusta su forma de componer.

También me pongo a Los Ángeles Azules cuando quiero cumbia. Y hay días en los que estoy tan saturada de cosas, que solo le digo a Alexa: “ponme música para leer”, aunque me esté arreglando. Es una música más introspectiva. Escucho de todo un poco.

Corridos en medio de la polémica

En este momento en que se debate tanto sobre los corridos y su contenido, ¿cómo has logrado resignificar el género desde tu voz como mujer?

— Justamente creo que los corridos sí han contado muchas cosas que han pasado en el país, pero también se han ensañado muchísimo con la violencia de género, con nosotras las mujeres. Cuando somos protagonistas en los corridos, normalmente se nos usa como objeto de burla o se ejerce violencia sobre nosotras.

El corrido, en su esencia más pura, es como un noticiario. Se usaba para contar cosas importantes. En tiempos de la Revolución, por ejemplo, se cantaba porque no se podía hablar abiertamente de lo que pasaba. No se podían repartir folletos, así que la gente cantaba, y esa canción viajaba de voz en voz.

Entonces yo dije: “Sí quiero hacer corridos, porque es uno de los géneros que más cuenta cronológicamente las cosas.” Pero los quiero contar en primera persona, porque es necesario que se escuchen las voces de esas compañeras diciendo: “A mí me pasó esto y yo hice esto por esta situación, por esta violencia sistemática que se vive.”

Entrevista con la cantautora
Vivir Quintana entre su lucha y su manera de relajarse con la música (Foto: Cortesía)

Próximos conciertos

20 de junio, Sala Nezahualcóyotl en Música en solidaridad (CDMX).

9 de octubre, Teatro de la Ciudad Esperanza Iris (CDMX)

DV Player placeholder

Tags


Lo Último